Las encuestas tienen al PPCV atacado de los nervios y al PSPV/PSOE deambulando por el escenario en plan zombi. Es el fin de una época. Unos (PPCV) tienen un pésimo posicionamiento en la gestión de la Generalitat. Y los dos reclutan los líderes peor valorados del panorama político valenciano y una pésima imagen como organización. ¿Qué van a hacer para recuperar el favor de sus antiguos fieles en las elecciones autonómicas y municipales que vienen? ¡¡Solo les quedan unos sesenta días y el único argumento que tienen es el caloret!!.
¿Y cómo van a recuperar el PP y Alberto Fabra en sesenta días todo el tiempo perdido en tres años? ¡Imposible! Y más si la campaña va a estar sujeta a las normas más caducas de la comunicación política. En el PPCV no hay imaginación, liderazgo y herramientas para darle la vuelta a la tortilla. Los hombres de Arriola han diseñado un modelo de campaña que se apoya en un liderazgo colectivo, la estabilidad institucional y la recuperación económica. Pero en el caso de la Comunidad Valenciana ya me dirán quién es capaz siquiera de comprender lo que significan estos tres valores electorales y qué soportes van a utilizar para llegar con su mensaje.
El PPCV de Alberto Fabra ha roto el contrato que este partido firmó con la sociedad valenciana hace veinte años. Durante este tiempo cada uno ha cumplido su parte, pero con Camps empezaron a romperse las clausulas en beneficios de los amigos del alma. Y Alberto Fabra no ha sabido mantener el compromiso ni aportar un nuevo contrato acorde con la demanda ciudadana. Y cuando hay un vacio siempre hay otro cuerpo que ocupa el espacio.
Y aunque la existencia de Podemos es la que hace posible la supervivencia del PP, toda esta movida les ha cogido a contrapié, pendientes de su ruido interno (¿¿Cómo se lían con el candidato cuando todos sabíamos hace meses que sería Alberto Fabra??) No han encontrado el lenguaje para dirigirse a los valencianos. Hablan, actúan y gobiernan como si aún estuvieran en los tiempos de Zaplana (todo en función del presupuesto de gasto), mientras Pablo Iglesias utiliza el neuromárketing para emocionar a los votantes hastiados de cualquier color. Los del PPCV y en la Generalitat siguen creyendo que con las fotos de la inauguración de un hospital (Liria) ya han ganado los votos del Camp del Turia. ¡Que desastre! Tal vez por eso algún genio de Presidencia va repartiendo la buena nueva de que van a sacar 60 diputados. ¡Ole tus cojones!!.
Los del PPCV están de los nervios, porque se les viene encima un terremoto de nivel 10, pero no se plantean rehacer el contrato que incluso le serviría a Rajoy para cosechar votos en las generales. Por eso Cospedal espera con la guadaña en el mes de junio para cortar las cabezas que fracasen y algunos más inteligentes preparan la travesía del desierto que vendrá después de las autonómicas. Y eso que en Génova pronostica una apurada victoria en la Comunidad Valenciana porque bajará la espuma de Podemos, Ciudadanos quedará en una cosa catalana y el PSOE sufrirá más que el PP, a lo que se suma que D’ Hont siempre beneficia a las mayorías. ¿Pueden confiarse a la suerte? ¡Pues en ello están!.
Pero si unos están de los nervios los del PSPV/PSOE son zombis. ¡Están muertos y no lo saben! Y además preparan una campaña más antigua y tradicional que los populares. También con tanto ruido interno y tanto mirarse al espejo para ver crecer la coleta se han quedado sin argumentos para enseñar. Si dices lo mismo que Pablo Iglesias me quedo con el original. Me da más confianza. Y si apuestan por partido de gobierno, entran en el juego del PPCV. ¿Cosechará Ximo Puig la confianza suficiente para que Compromís, EU, Ciudadanos y Podemos le den los votos para ser Presidente? ¿Hasta dónde está dispuesto a ceder para conseguir la Presidencia de la Generalitat? Y los que llegan no están en el juego de los cargos, están en el de las propuestas. No tienen otros valores. ¡Zombis aunque manden!! (Pero de eso hablaremos ampliamente otro día).