El PSPV/PSOE se aficiona al populismo barato

Las elecciones no se ganan, se pierden. En las encuestas actuales el PPCV ganaría las elecciones aunque queda la duda si tendría votos suficientes para gobernar. Pero el PSPV, que se presenta como caballo ganador, corre el riesgo de darse el batacazo más importante de su historia por culpa de su afición al populismo. El PSPV perderá las elecciones por su deriva izquierdista.

El PPCV con Eduardo Zaplana al frente ganó las elecciones a Joan Lerma porque supo conquistar el voto del centro en un momento en el que Felipe González perjudicaba más la imagen del PSPV que la beneficiaba como ocurrió en comicios anteriores. Por la izquierda los socialistas apenas sufrieron variación, pero en el centro sufrieron el gran desastre. En ese caladero también pescó José María Aznar.

Y así les ha ido pasando elección tras elección en la Comunidad Valenciana. El voto del centro se les ha negado, entre otras cosas porque el PP tenía muy claro su discurso para las clases medias y al PSPV/PSOE siempre le ha podido un discurso izquierdista decimonónico y comecuras, como dice Joaquín Leguina en su libro “Historia de un despropósito” editado hace una semana por Planeta.

Ahora se las prometen felices a partir de la deriva del PPCV en la gestión de la grave situación interna de la Comunidad Valenciana. Pero en lugar de presentarse como un partido de gobierno, el PSPV se deja llevar por un discurso populista, dedicado a contentar a su feligresía más “roja”, al coro mediático y a realimentar el cordón sanitario con el que Esquerra Unida y Compromís quieren aislar al PP.

Las primarias calentitas que vive el PSPV son reflejo precisamente de ese doble ADN que tiene el PSPV. Necesita aparecer como alguien fiable para gobernar, pero al mismo tiempo le puede la trivialidad ideológica en la que ha caído en los últimos años. ¿Cómo puede plantearse ahora una guerra contra el valenciano o la bandera, cuando fue precisamente este partido quien introdujo estas señas en el Estatuto de 1982?

El candidato Toni Gaspar lo ha dejado muy claro en su cartel electoral en las primarias cuando identifica a sus oponentes como el Parque Jurásico de la política. Aunque Gaspar tiene poco que hacer en estas primarias, por la sencilla razón de que el censo lo muñe el aparato. Un censo que siempre se infla o se desinfla en función de las cuotas que bajo mano pague la dirección que lo controla.

Han optado por el verbo antes que por el gobierno. Y en las agrupaciones sociales y las reuniones sectoriales lo que más les puede es dedicarse a hablar mal del PP, no a construir una alternativa. La respuesta de Ximo Puig a la propuesta de Alberto Fabra para cambiar el sistema electoral es toda una muestra. Nada de sentarse a hablar para descalificar la propuesta. Nada de plantear una alternativa. Nada de nada. Puig se enroca en la petición de elecciones anticipadas. ¿Es esto lo que se espera de un partido de gobierno? ¿Esto da seguridad en un mundo de dudas?

Que Esquerra Unida, Compromis y los nuevos partidos recurran a este modelo melancólico es natural. Se van a repartir los mismos votos que se han repartido por la izquierda desde hace años. Sus votantes tienen la fe del carbonero. Digan lo que digan tendrán el respaldo esperado. Y aunque su cancha mediática es mucha, en las urnas apenas varían. Les va el discurso de los Desherados de la Tierra de Frantz Fanon.

Pero el PSPV debería apostar por ser alternativa y presentar propuestas de gobierno. ¿Qué pretenden hacer con unas universidades incapaces de adaptarse al nuevo sistema productivo? ¿Quieren cambiar la gestión de la sanidad pública para que pueda mantenerse? ¿Van a devolver el céntimo sanitario que también mantuvieron los gobiernos de Zapatero? ¿Cómo harían de verdad una RTVV competitiva en la realidad televisiva actual?

Como hacen sus mayores se pasan el día hablando de la religión en las escuelas y no plantean la solución a la deriva en matemáticas, comprensión lectora o el ineficaz método de enseñanza que rige en la educación pública valenciana. ¿Se plantean estos problemas en la plataforma Valencians per Canvi o solo están para hablar mal del PP y de la derecha?

El populismo sectario se ha apoderado del PSPV/PSOE. Lo malo es que en un próximo futuro la Comunidad Valenciana (y España) necesitará un socialismo fuerte y fiable para los gobiernos de coalición PP/PSOE, necesarios para culminar las reformas institucionales y económicas inevitables.

Jesús Montesinos
www.jmontesinos.es

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