UN NOU 9 D’OCTUBRE. EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ.

EL INDEPENDENTISMO CATALÁN Y EL SILENCIO DE LOS BORREGOS.

Para el independentismo Catalán lo mejor es el silencio de los borregos, dicen que si lo que vamos a decir no es más bonito que el silencio, mejor no lo digamos. Pero como la nueva ola política en Valencia lo cambia todo, nos hace cambiar hasta los refranes. Ahora diremos que si lo que vas a decir no es más bonito que lo que sucede en Cataluña, mejor no digas nada. 

Bueno, bonito para ellos. Bonito para quien se ha encontrado en un gobierno de manera inesperada y quiere en poco más de 1460 días (de los cuales quedan poco más de 600) hacer el malabarismo de cambiar todo lo rápido que se pueda todo lo posible sin que nadie se dé cuenta y a la vez guardar el equilibrio de no perder votos que ganaron gracias a la corrupción del PP y que una vez emigrados vieron a las pocas semanas el fraude que la nueva ola les había vendido.

Los resultados de las Generales así lo dijeron. No olvidemos que extrapolando estos resultados a las municipales, hoy en día PP tendría 14 concejales (o mejor, el grupo popular), Ciudadanos cinco y el tripartito sumaría tan solo 16. Pero eran Generales y puede que algún concepto cambie.

Aun así, el tripartito sigue en sus trece de desarrollar lo que llaman “políticas de izquierdas” que en Valencia es sinónimo de “Catalanismo” desde años anteriores a la transición española de finales de los 70.

Y esa política es la que les hace callar y sonreír de medio lado viendo como lo que sucede en Cataluña es lo que aspiran a que suceda en Valencia en el más corto tiempo posible. Porque a Cataluña les ha costado más de 30 años y esperan aquí, que lo sembrado por los acólitos del norte en la enseñanza, sobre todo universitaria donde estas semana atrás prácticamente en todas las carreras han visto como los profesores se han presentado como “bon día, soc el profesor de catalá…” ante el silencio ignorante de los que no saben de que va la cosa, resignado de quienes están en contra pero saben que decir algo les supone jugarse la carrera o, lo que es lo mismo, su futuro profesional y el silencio de quienes llevan bien aprendido el adoctrinamiento de base desde la primaria y ya están convencido.

Y cada vez más valencianos se empiezan a preguntar que es lo que tiene que decir el gobierno autonómico del tripartito ante la situación catalana actual, ante el Independentismo Catalán. Y por lo que vemos, el silencio aborregado ante un principio de orgasmo virtual, habla por sí solo.

Compromís está intentando allanar el camino a la CUP para que Valencia forme parte en breve de esa federación del Independentismo Catalán,  de “países” de habla catalana que componga junto a Baleares, sur de Francia y oeste de Aragón los “países catalanes” soñados en la intimidad confesa de La vicepresidenta mayor del Consell.

Y si el mayor factor de comunicación entre los humanos como es el habla, consideran que está ganado y fomentado a través de las tretas del Conseller de Cultura, tienen ya un buen terreno conquistado.

Si a eso le añadimos el solar cultural que pretenden arrasar para sobre ese solar construir una nueva historia adaptada a los deseos “paiseros” junto al oscurecimiento de la grandeza valenciana histórica y demostrada, sentimos como estamos siendo utilizados por los del silencio cómplice, propio de borregos.

Y muchos valencianos, como borregos en silencio, siguen creyendo que por no votar a Compromís se volverá a la época de la corrupción. Y no es así. Hay más opciones… (¿o no?)

 

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