El sueño de ser independiente

 

 

La mayoría de los adolescentes quieren independizarse de sus padres. Luego, cuando ya han logrado independizarse de sus padres, se convierten en dependientes de un hombre o una mujer, y se casan. Muchas veces, si el asunto no sale tal como se había soñado, vuelven los sueños de independencia, y el antiguo adolescente que quería independizarse de sus padres no ve la manera de poder independizarse de su marido o de esposa. Algunos se divorcian. Y, enseguida, como si la independencia fuera algo que cuando se obtiene ya no se valora, vuelven a emparejarse con otra persona, con lo que dependen  de los hijos nacidos con la otra pareja, de la pareja actual y, al poco, de los hijos nacidos con la pareja  nueva, porque los padres estamos pendientes y, a la vez, somos dependientes de los hijos.

Algunos psiquiatras prestigiosos, como el profesor Enrique Rojas, insisten en que la mayoría de los deseos de independencia conyugal son por falta de madurez, es decir, que el adolescente que quería marcharse de casa, vuelve a revivir lo mismo, pero con veinte años más, a lo mejor por eso dice el tango “que veinte años no es nada”.

¿Artur Mas es un adolescente? ¿O se trata de un adolescente tardío? quiero decir que si sus deseos de salir de España son porque considera a España como la casa de sus padres, o piensa que se casó con la nación inadecuada, suponiendo que Artur sea una persona acostumbrada a pensar, cosa que algunas semanas buen número de ciudadanos ponen en duda. A veces, produce la impresión de que está enfurruñado porque España es la casa de los severos padres que no le dejan hacer lo que quiere, pero otras se expresa como el aspirante a ser un divorciado de provecho y habla de amor, de amor a España, y de Estado infiel. En esos términos el Estado parece algo así como los bienes gananciales que es lo que hablan todos los que se van a divorciar. Uno que ya tiene años para haber visto desfilar demasiados prestamistas disfrazados de poetas y no pocos idealistas cuyo amor secreto son los bancos suizos, comienzo a notar también unos grandes
deseos de independencia: Me gustaría independizarme de Artur Mas.

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