¿Empresarios ladrones y emprendedores aventureros?

Que sociedad tan curiosa somos. Como todo movimiento de péndulo, hemos pasado de considerar a los emprendedores como a unos “raritos” a poner el peso de la recuperación en sus hombros. Pero… ¿y los empresarios?

De vez en cuando tengo la ocasión de dirigirme a un gran auditorio, y aprovecho para hacer un pequeño experimento, y le pido al público que me diga el primer término que se le ocurra al escuchar las palabras que voy a decir… y el resultado es cuanto menos curioso:

Si digo “emprendedor”, la mayoría de la gente dice cosas tales como “valiente”, “esfuerzo”, “aventurero”, “innovador”, “creativo”, “riesgo”. Y si  la palabra que digo es “empresario”, los términos que se utilizan son mucho menos halagüeños: “estafador”, “explotador”, “acomodado”, “aprovechado”… un drama.

Y el problema es que la mayoría de la gente olvida varias cosas muy importantes: la primera, es que están dejándose llevar por estereotipos, por una visión parcial y simplificada de la figura del empresario, que aunque desgraciadamente es real (magnificado por figuras como Díaz Ferrán), corresponde a un porcentaje muy pequeño de gente que no tiene principios y de la que todos renegamos. 

Conozco a muchísimos empresarios que no son en absoluto así, que se dejan la piel por cuidar a su gente, por innovar, pagar sueldos dignos y sobre todo, por trabajar acorde a unos principios y una ética irreprochables. Que pagan de su propio bolsillo las nóminas si la empresa no llega. No son la excepción, solo que pasan desapercibidos porque lo que hacen es “lo correcto” y eso no es noticia. Hoy en día las cosas positivas no generan titulares.

Vale que en general tenemos un empresariado con poca formación y experiencia en gestión (consecuencia de un tejido empresarial muy fragmentado y compuesto en su mayor parte por pymes), pero esto no es lo mismo que un empresariado sin principios que quiere a toda costa explotar a sus trabajadores.

Además, no debemos olvidar que si algún día les va bien a esos valientes y aguerridos emprendedores (que efectivamente nos van a sacar de la crisis… pero de la próxima) se transformarán en empresarios, esa odiosa figura que tanto detesta la sociedad. Y no creo que de un día a otro la piel se les ponga la piel amarilla, los dientes afilados y se les empiece a ocurrir estafar a la gente o explotar a sus empleados.

La gran mayoría de empresarios nacieron como emprendedores, pero la diferencia es que a ellos les fue bien y crecieron. Y muchos de ellos siguen siendo emprendedores, porque no son dos cosas separadas: ni todos los emprendedores valen para ser empresario ni todos los empresarios han dejado de ser emprendedores. No nos dejemos llevar por los estereotipos o por casos aislados y abramos la mente. ¿O son los políticos quienes nos van a sacar de la situación actual?

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