Es fundamental saber quién manda

Hace años, uno de mis nietos, pequeño, tenía una obsesión: saber quién mandaba donde él estuviera.

Sabía que en su casa mandaba papá y que en casa del abuelo mandaba el abuelo. Tenía problemas en la parroquia (“papá, ¿aquí manda Dios o tú?”). Ahora, hecho un chavalote de 20 años, se ríe cuando su padre le recuerda aquello.

Yo creo que no hay que reírse y que es muy bueno saber quién manda. Porque si no eres tú, y con frecuencia no lo eres, y te crees que mandas, te llenas de tensiones, intentando ocupar un puesto que no es el tuyo.

Llevo mucho tiempo diciendo que en España no manda Rajoy ni mandó el anterior ni mandará el siguiente. Manda Merkel. Esto molesta. Me hablan de la cesión de soberanía, etc. Pero manda Merkel.

Hemos estado en el G-20, codeándonos con los importantes del mundo. Pero no todos mandan. Uno, Obama, ha hecho firmar a 10 -entre ellos, a España- que vamos a dar una “respuesta contundente a Siria”. Por cierto, he leído que era un “documento ambiguo”. Nunca he llamado ambiguo a nadie que me haya amenazado con darme una respuesta “contundente”.

O sea, por ahora, nos mandan dos, Merkel y Obama. Cuando yo trabajaba en el IESE, daba clases de “Estructuras en acción”, dentro de Política de empresa. Siempre se discutían las ventajas e inconvenientes de que a uno le mandase una sola persona o que le mandasen dos.

Bueno, pues a Rajoy le mandan dos. Al principio, no sabía quién de los dos tenía más fuerza. Pero cuando vi que entre los 10 firmantes de la respuesta contundente no estaba Alemania, empecé a dibujar la cadena de mando Merkel-Obama-Rajoy.

Aparece Artur Mas, que ahora está con la vía catalana, con la celebración de la derrota de 1714 y sin acordarse de que una vez existió el Reino de Aragón. Saca pecho y va diciendo cosas tales como que le va a sobrepasar a Martín Lutero King, y que el siglo XXI va a ser definitivo. Al oír eso, me doy cuenta de que llevamos 13 años de siglo y faltan 87. Y, como el otro día cumplí 80, me quedo bastante frustrado, porque no sé si voy a llegar. Artur tampoco lo debe tener muy claro. Eso le pasa por no preguntar a Oriol Junqueras, que es el que manda. Todo, “mientras afronta una negociación en tiempo récord a tres bandas, con ERC, con Rajoy y con PSC, ICV y CUP”. Cuídate, Artur, que acabarás loco.

(No había oído hablar nunca de Oriol, pero un anuncio dice que es un “prestigioso historiador”. Puede ocurrir que el prestigioso no sea Oriol el político. Si lo es, me tranquilizo, porque el político es un hombre serio y no nos contará bolas. Si no lo es, retiro lo dicho y les pido perdón a los dos).

En todo este lío, repaso portadas, también en tiempo récord, y veo, día por día, lo que ha pasado este mes. Hemos pasado del “hago la consulta cuando quiera” a “aparcar la consulta si Rajoy lo impide” a “romper el hielo con Rajoy” a “querer pactar una pregunta que el PP no recurra”. Todo ello, mientras Ana Pastor, la ministra de Fomento, viene y nos trae dinero para que el tren llegue al puerto de Barcelona.

Y voy completando la cadena de mando: Merkel-Obama-Rajoy-Junqueras. (No pongo Mas, porque las cadenas de mando están formadas por los que mandan, no por los que hablan).

Unos obispos catalanes han dicho que, en sus diócesis, no se tocarán las campanas de las iglesias para conmemorar el 11 de septiembre, porque quieren ser católicos, o sea, universales, y no nacionalcatólicos, que ya lo fuimos muchos años y no es cuestión de volverlo a poner de moda, con bandericas en las iglesias, que no sé qué pintan allí, porque yo, a la iglesia, voy a rezar, y rezo a Dios, a la Virgen y a los santos que me da la gana. Me molestaría mucho que alguien me prohibiera rezar a san Isidro Labrador, por ser patrón de Madrid.

Un párroco de una de esas diócesis dice que él tocará las campanas de su parroquia. Con todo mi respeto a ese sacerdote por ser eso, sacerdote, tengo que decir: “¡otro que no se ha enterado quién manda!”. Aquí, la cadena de mando es otra: Papa-Obispo-Párroco. Y el Papa, el obispo y el párroco solo me tienen que decir dos cosas: que sea buena persona y que haga todo lo posible por unir y nada por desunir. Y que si quiero poner banderas, que vaya al chino de al lado de mi casa, que allí tienen muchas, que compre una y la ponga en mi balcón.

Es muy necesario saber qué lugar ocupamos en el mundo, llamando mundo desde la galaxia hasta nuestro pueblico. Porque luego vienen los de Tokio y se nos llevan los Juegos Olímpicos. Y como nosotros no íbamos a participar, sino a arrollar, nos quedamos los terceros.

A ver si nos enteramos quién manda, y nos mantenemos en nuestro sitio, intentando cada uno hacer las cosas muy bien, dejándonos de megalosueños patriótico-religioso-deportivos, que no conducen más que a desunir a la tropa. Y la tropa, que lo está pasando muy mal, puede descubrir un día que le están tomando el pelo.

P.S.

Cuando ya tenía escrito el artículo, veo que Estados Unidos acepta la propuesta rusa para negociar con Siria. Putin pasa a Obama al frente de la cadena de mando. Merkel, destacada, ni se entera de los cambios en el pelotón.

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