En general los ciudadanos nos volvemos locos con el tema del paro. La Encuesta de Población Activa (E.P.A.) y el paro registrado no suelen ser buenos amigos y además, entre una y otro, suele haber una diferencia de más-menos un millón de personas.
En cualquier caso los datos de hoy sobre el desempleo son razonablemente positivos. En España tenemos 118.923 personas menos en las listas del paro y de ellas 8.084 corresponden a la Comunidad Valenciana. Dato importante.
Según parece, y eso nos dicen, no teníamos un abril tan bueno desde hace la friolera de treinta y ocho años además de que si volvemos la vista hacia el año 2011, en que Rajoy se hizo cargo del Gobierno de España, se ha conseguido –por fin- reducir el número de desempleados que dejó el Gobierno Socialista.
El Ministro Luis de Guindos en el “Forum del Mediterráneo” expuso, ante una nutridísima concurrencia, una situación cuasi beatífica: el P.I.B. de la Comunidad Valenciana crecerá un 4%, cifra impensable hace unos pocos meses y que denota que nuestra economía va muy bien.
A ese paso los 7.500 puestos de trabajo prometidos desde la oposición por Calabuig se antoja, una auténtica bagatela para la ciudad de Valencia. A cambio tan sólo invertir 220 millones de euros en eficiencia energética (¡ojo con las nuevas bombillas!) y rehabilitación de edificios (¿con I.V.A. o sin I.V.A.?)
Lo cierto es, también, que el PP tiene viento de cola que le está llegando en el momento oportuno para contrarrestar los nuevos asuntos de corrupción que afloran para el sonrojo de los votantes.
La economía, la macroeconomía, va bien. Falta que la microeconomía también.
En los hogares empieza a notarse. Se consume más, se sale más, se cambian electrodomésticos, se compran vehículos, se compran casas, se hipoteca, la construcción se revitaliza y las empresas inmobiliarias tienen trabajo.
¡Mira que si la gente decide reflexionar y entre el voto del PP y el de Ciudadanos se construyera una nueva alternativa y, además, limpia!.