¿Está Microsoft en declive?

Ten en cuenta que el árbol más rígido se rompe con mayor facilidad, mientras que el bambú sobrevive doblándose con el viento – Bruce Lee.

La última semana en el sector de la tecnología ha sido muy interesante. Más que eso, ha marcado un antes y un después en el mercado del PC. Dos eventos han tenido lugar que ponen de manifiesto la marcha del negocio del ordenador personal: la presentación de Windows 10 y el split de HP en dos empresas.

El primer caso está directamente relacionado con Microsoft. El salto en la numeración de Windows pasando del 8 al 10 es un indicador de la distancia que quiere poner el gigante de Redmond entre ambos sistemas operativos.

Es un reconocimiento a que Windows 8 no fue todo lo que debería haber sido.

Windows 8 fue un intento desesperado por mantener un modelo de negocio, el de las licencias de software, a toda costa. Es un ejemplo clásico de cómo una compañía asentada olvida las necesidades de sus clientes para sacar productos pensados para proteger a la propia empresa.

Después de desdeñar los tablets como una moda pasajera, Microsoft vio con pánico cómo crecía este nuevo mercado. Uno que junto con los smartphones Android e iOS empezaban a representar una amenaza seria.

Más de 1.000 millones de dispositivos con una ausencia total de productos de Microsoft. Sin Windows ni Office. Sólo así puede entenderse un sistema operativo híbrido como Windows 8 que pretendía aunar dos interfaces aparentemente incompatibles, el teclado y ratón con la táctil.

Microsoft era como ese árbol rígido que se resiste al embate del viento.

Cambió la directiva de la empresa y con ella sus intenciones. Nadella, el nuevo CEO, ha dado ciertos pasos en la buena dirección pero sin zambullirse del todo en el cambio que necesitan: pivotar de un modelo de negocio basado en licencias a otro de servicios.

Poco sabemos de Windows 10 pero todo parece indicar que toma lo familiar de Windows 7 y las buenas ideas del 8 en una versión indudablemente superior. Se rumorea que el precio de esta versión sería gratuita para los que actualicen desde versiones anteriores, por lo que la monetización vendría de los servicios de suscripción de Office 365.

¿Es este paquete de servicios el bambú que se flexiona con el viento?

Los fabricantes de PC parecen haberse llevado la peor parte. HP se ha dividido en dos empresas, una con el segmento PC e impresoras y otra con lo corporativo, es un movimiento que se intuye desde hace años. El mercado del PC ya no es el que era. En el mejor de los casos estaríamos hablando de un estancamiento. En el peor, aún quedarían unos años de caídas de ventas.

El estanque se hace más pequeño mientras que el número de peces se mantiene. Menos comida y menos espacio hace que la competencia se vuelva feroz. Una lucha por sobrevivir quitando a los otros para mantenerse con vida en un juego de suma cero.

IBM hace diez años vio las orejas al lobo y se deshizo de su división de PC vendiéndola a Lenovo. Dell volvió a manos privadas dejando de cotizar en bolsa el año pasado. Sony vendió su división Vaio a un fondo de inversiones en enero de este año. Toshiba y Samsung se han retirado parcialmente del mercado en septiembre. Y ahora HP se divide en dos, probablemente para vender la parte del PC e impresoras al primero que pase por ahí.

Esta reorganización del sector no ha hecho más que empezar. El repliegue de los fabricantes del mercado de consumo hacia el bastión corporativo era inevitable.

La peor parte se la están llevando ellos, pero Microsoft también está pasando por una dolorosa transición. ¿Declive? Dependerá del timing con el que trasladen su negocio de las licencias a los servicios.

Microsoft aún tiene muchas balas en la recámara del mercado corporativo. Su último bastión.

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