Fin del recreo, a clase de Historia

Reconozco que desde un punto de vista patriótico lo de Gibraltar, en si mismo, me trae bastante sin cuidado. ¿Qué quieren seguir siendo una colonia? Allá ellos, aunque es evidente que yo preferiría formar parte de una nación. Quiero decir que me parece más humillante un Gibraltar colonial que una España sin Gibraltar. Y como llevamos ya 300 años así, tampoco es algo que ni nos coge de nuevas ni parece que tenga solución amistosa. Con su pan se lo coman.

Pero dicho lo dicho, lo que sí molesta es la chulería y ese permanente tocar las partes de llanitos y británicos. O jugamos todos con la misma baraja, o se acabó el recreo, frase tan acertada y gráfica como impropia de un ministro de Asuntos Exteriores. Porque no se trata de echar la vista atrás, pero la política de ZP/ Moratinos en este asunto fue un desastre por dos motivos: se les dejó hacer de todo en aguas que no son suyas y se les dio un status que no tienen. Y ahora, animados por ese mirar hacia otro lado del Gobierno anterior, se dedican echar bloques de hormigón, hostigar a las patrulleras que tratan de que no se hostigue a los pesqueros españoles y todo en ese plan. Margallo dice que ya está bien y le llaman franquista y va Gibraltar y nos denuncia ante la Unión Europea por los controles. Pues va a ser que no.

Lo que resulta incomprensible es que habiendo como hay acuerdos de la ONU para terminar con la última colonia, la propia UE no haya hecho absolutamente nada no ya en favor de las tesis de España sino a favor de su propia lucha contra el fraude que, como todo el mundo sabe, se ha instalado en Gibraltar tranquilamente con el visto/bueno de Gran Bretaña mientras Cameron clama de forma absolutamente hipócrita contra los paraísos fiscales. ¿Se puede tener tanta cara? Sí, porque a la Gran Bretaña se le consiente todo en la UE.

El problema es el que es y resulta muy duro: que cada día entre seis y siete mil españoles tienen su puesto de trabajo en el peñón y esa desigualdad te hace ser cauto. He dicho cauto, no idiota. El conflicto es de dos, España y Gran Bretaña pero la solución está –o debería estar- en Bruselas. Lo mismo que la vigilancia del fraude. Lo mismo que el cumplimiento exacto del tratado. El recreo debe acabar o acortarse y cuando eso pasa los niños dejen de tocar balones y pelotas. Todos a clase de Historia.

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