Francia se cuida para la próxima Fashion Week

Recién inaugurada la primavera, esta semana hemos recibido la genialísima noticia de que la Asamblea Francesa ha tomado medidas para controlar el peso de las modelos de cara a las próximas semanas de la moda.

En esta columna, ya se avanzó hace unas semanas la gran revolución física y estética que se está dando en el universo fashion. Atrás quedaron los años en los que dominaba el prototipo noventero caracterizado por figuras rectas, lánguidas y esqueléticas.

Por suerte, ahora, las curvas mandan y pisan fuerte el terreno capitaneado por poderosas tops de la talla de Adriana Lima, Alessandra Ambrosio o Gigi Hadid que hace unas cuantas primaveras habrían sido expulsadas de las pasarelas por sus ‘exuberantes’ medidas.

Además, otro grupo de modelos, las ‘tomboy’, llegan con fuerza. Estética masculina y andrógina con andares desgarbados marca esta tendencia que se complementa con un físico saludable alejado de la apología de la anorexia que se transmite, inconscientemente o no, desde la mayoría de las Fashion Week de todo el mundo.

París se une a Madrid en la lucha por contratar modelos de aspecto sano y cuidado mediante una proposición de ley que, de ser aprobada, obligaría a las modelos que trabajen en Francia a presentar un certificado médico que indique su índice de masa corporal.

El motivo es simple: las profesionales de la moda son ejemplos a seguir por un alto porcentaje de la sociedad y es necesario erradicar la promoción de posibles enfermedades físicas y mentales. Es, bajo mi opinión, un asunto nacional de salud pública, por lo que el tema se pone serio. Tanto, que las multas por incumplimiento de esa medida ascenderían a los 75.000€.

Aunque, como dicen, más vale tarde que nunca, es una lástima que esta propuesta llegue ahora (recordemos que Madrid marcó el IMC mínimo en el año 2006) cuando el mundo entero considera París como la capital de la moda por excelencia, así como el oráculo de las próximas tendencias.

Mientras esperamos ver si, finalmente, esta proposición de ley llega a buen puerto –ojalá que así sea- soñemos con el mundo en el que nos gustaría vivir. Aún sabiendo que es una práctica utópica, evitemos conformarnos con lo que ‘es’ para luchar por lo que ‘nos gustaría que fuera’ y, sobre todo, disfrutemos de la vida sin miedo.

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