Jolla y Nokia 2.0 son el contraataque de Finlandia

Antes de que el smartphone moderno se encarnase en el iPhone, el mercado del teléfono móvil era muy distinto al que conocemos ahora. Compañías como Nokia, BlackBerry, HTC y Motorola manejaban el cotarro.

Un liderazgo que se repartía entre varios países de diferentes continentes. Una carrera con varios participantes sin que hubiera un líder claro que destacase sobre el resto con excesiva holgura. Ahora sabemos que esa “edad dorada” tenía los días contados.

El iPhone ocasionó un terremoto en la industria. Hasta tal punto que los directivos de BlackBerry pensaban que un teléfono así era imposible de hacer. Tuvieron que esperar a hacerse con uno el día de su lanzamiento. En ese momento comprendieron a qué se enfrentaban: una pequeña placa lógica pegada a una enorme batería.

En otras palabras, un ordenador de bolsillo.

El resto es historia. Nokia continuó vendiendo teléfonos a manos llenas hasta el 2010, año en el que sus ingresos y beneficios se desplomaron sin mirar atrás. BlackBerry siguió un camino similar. HTC y Motorola saltaron al tren de Android antes de que se los llevara por delante.

Algunos sobreviven a duras penas, como HTC o BlackBerry. Otros pasaron a ser propiedad de un tercero: Nokia a Microsoft y Motorola a Google primero y Lenovo después.

El panorama después de esta “segunda” guerra de smartphones es desolador y erige a Estados Unidos como único ganador. Google y Apple son los nuevos señores del mercado, los únicos que tienen presencia y hacen negocio en él.

El resto de países han perdido la partida. Canadá, Taiwán y Finlandia han caído derrotadas en el olvido.

¿Para siempre? No. En el caso de Finlandia, hay dos proyecto que aspiran a volver a situar al país entre los protagonistas tecnológicos del momento.

El martes vimos cómo lo que quedaba de la antigua Nokia nos presentaba a la nueva Nokia. Se trata de un tablet (tienen prohibido fabricar smartphones por contrato con Microsoft), el N1, que es muy parecido a un iPad mini en diseño exterior.  El anuncio es una mezcla de ilusión y decepción a partes iguales, pues vuelve una de las viejas glorias al campo de juego al mismo tiempo que lo hace con un producto clónico en todos los aspectos.

El segundo proyecto es la presentación del tablet de Jolla, una compañía también finlandesa que ha creado su propio sistema operativo, Sailfish OS. Esta empresa destaca por ser el último bastión de decenas de empleados de la antigua Nokia cuya ambición es proporcionar un sistema operativo y productos claramente diferenciados.

A pesar de que se trata de una iniciativa muy interesante, su principal foco es la gama baja del mercado de smartphones pues compiten con terminales de 29 euros. Aún está por determinar el precio de su tablet, que seguramente siga esta línea de precios.

Ambas compañías se enfrentan a un mercado con una competencia que lucha a muerte. Es por esto que su futuro está del todo menos asegurado. Sin embargo, ambas colocan buenas ideas encima de la mesa (más Jolla que Nokia) que podrían recolocar a Finlandia en la vanguardia de la industria tecnológica.

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