La Conquista de Valencia

El pasado miércoles tenía lugar en Madrid la puesta de largo del incombustible Ximo Puig, escoltado en su conferencia en el Fórum Europa por lo más granado del PSOE, especialmente por las figuras de Rubalcaba y Zapatero, aunque no sé a estas alturas si eso es bueno o malo para Puig. Toda una declaración de intenciones en un momento clave, donde el principal Partido de la oposición intenta superar el proceso de descomposición interna a golpe de ocurrencia en el más puro estilo ZP. El PSOE ha vuelto, pero parece ser que ZP no se fue porque siempre ha estado.

Rubalcaba afirma que en la Comunidad Valenciana se iniciará la reconquista del PSOE, convirtiendo una vez más a esta tierra en el centro de la batalla política contra el Partido Popular, terreno abonado por años de cordón sanitario que desde Madrid bien se cuidaron de pergeñar, sin importar el coste social y económico que suponía. El déficit en infraestructuras, la guerra del agua y el tan injusto sistema de financiación han intentado ir relegando a esta tierra en su impulso dinamizador y casi lo consiguen, si no hubiera sido por el empuje emprendedor de sus gentes.

Una tierra la nuestra, que rinde siempre nuevas glorias a España, orgullosa de esa dualidad que a muchos les obsesiona, sumidos desde hace ya mucho tiempo por una devoción especial y enconada con las directrices y estrategias bien incardinadas desde nuestra Comunidad vecina por el norte, que siempre ha tenido en el progresismo valenciano una fuerza de choque de primer orden para defender sus intereses a fuerza de utilizar los elementos diferenciadores de nuestra autonomía en su acción, como la propia lengua, para regocijo de sus próceres del norte.

Para la izquierda, Valencia es todo un referente. Con los problemas en Andalucía en plena vorágine y en Cataluña, los dos caladeros de votos más importantes del PSOE en particular y de la izquierda en general, ofrecen una perspectiva nada halagüeña en aras a conseguir ese tan ansiado retorno al poder y, por ello, la cita de Rubalcaba no cae en saco roto, ahí su memoria histórica la tienen muy presente. Convertir Valencia en el eje de su reconquista, como ya sucedió en noviembre del 36 cuando Largo Caballero trasladó a nuestro cap i casal todo el aparato del poder tricolor, convirtiendo a Valencia en Capital, provisional, de la IIª República.
Valencia se convertía otra vez en todo un símbolo peninsular, desde que Décimo Junio Bruto la fundara, sus conquistas han ido marcando hitos a lo largo de la Historia configurando nuestro espíritu como pueblo. Ya Mío Cid en 1094 ensalzaba la belleza de este reino tras liberar su principal plaza del yugo almorávide, reconquistándolo para la cristiandad Jaume I el Conquistador en 1237, cuando el 9 de octubre hacia su entrada en la capital.

El PSOE no se equivoca en su objetivo, lleva años de asedio constante contra los intereses de esta tierra, ad intra y ad extra, intentando frenar el empuje de esta tierra emprendedora  desde que perdió el Gobierno tras 16 años dirigiendo esta Comunidad, y todavía no se lo explican como ellos, los adalides de la modernidad y el progreso fueron descartados por la ciudadanía que optó por otra opción en su momento, sumiéndolos desde entonces en una pesadilla constante. De ahí ese empeño en cercenar de raíz cualquier intento de mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos con políticas derrotistas tanto en Madrid como en Bruselas de consecuencias negativas para esta tierra.

Todo es malo, todo es negativo, todo es retroceso y represión, sólo “ellos” tienen la llave, la fórmula mágica, esa misma que han ido empleando y aplicando allí donde han gobernado y los resultados no pueden ser más desalentadores, incluso con la aplicación de fórmulas cooperativas entre distintas fuerzas progresistas que no han llegado a fructificar en ese Estado idílico que nos plantean.

Con toda la que está cayendo, con un esfuerzo mediático sin precedentes obsesionado por sacar nuestras debilidades constantemente para escarnio de esta tierra, con unas formaciones políticas en constante actitud de acoso y derribo, ya que hace  bastante tiempo abandonaron el manual de buenas prácticas para lanzarse en una carrera desaforada por el liderazgo mediático a base de una algarabía constante, feroz en las formas pero débil en los contenidos. Con una agitación constante en la convivencia en un intento de acelerar un impertérrito paso del tiempo que juega en su contra,   pues las reformas empiezan a dar sus frutos cuestionando su estrategia de tierra quemada y con una sociedad que empieza a cansarse de ese tipo de actitudes que se alejan de las verdaderas prioridades de los ciudadanos.

Pero lo más triste aún, es que el Secretario General, de momento, de los socialistas valencianos, haga su aparición en Madrid escoltado por los responsables de la peor crisis que hemos padecido, porque la obviaron enajenando a la sociedad con sus proyectos idílicos que hemos pagado todos los españoles. Y además por la nueva lideresa socialista, un mirlo blanco que Rubalcaba se ha sacado de la chistera en un intento de desviar la atención sobre los graves problemas andaluces. Como si la Sra Díaz fuera nueva en el oficio, como si no fuera responsable también tras pasar las últimas décadas ejerciendo desde dentro de la Junta de Andalucía, responsable del mayor saqueo a las arcas públicas de la Historia de nuestro país, con el permiso de los Sindicatos. Ella y ellos, responsables de una acción soterrada y constante contra esta tierra en sus ansías de poder a cualquier precio pero, Valencia lo vale.

 

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