¿Urnas o playa?

La hora de los vencidos

Por muy difícil que parezca y por mucho que se empeñen en los mensajes televisivos post-jornada electoral, este domingo ningún partido salió satisfecho con sus resultados. Siempre se ha dicho que, como cosa de magia, todos ganan en unas elecciones, pero en estas últimas, hemos conseguido lo contrario. Ningún partido puede decir que no tiene un sabor agridulce.

El PP se queda tan lejos de la mayoría absoluta que ni la vislumbra. El PSOE, igual que en las pasadas elecciones autonómicas, ha sacado los peores resultados de su historia, aunque es cierto que aún los esperaba peor. Podemos y Ciudadanos, cegados por las encuestas de principio y fin de campaña, no son decisivos, y aunque sus resultados son extraordinarios, saben a poco. IU necesita casi un millón de votos para conseguir dos solitarios diputados y UPyD desaparece.

Bueno, no todos pierden. Los españoles hemos reflexionado y hemos votado. El ciudadano no pierde, decide, y esta composición del parlamento español es la que se ha elegido. Ahora nos toca a los políticos cumplir con la responsabilidad de que se nos ha encargado desde las urnas.
Parece ingobernable el país y algunos ya hablaban el mismo domingo por la noche de nuevas elecciones. Espero que seamos lo suficientemente inteligentes, confío en que se tenga la suficiente altura de miras, para poder evitarlo. El bipartidismo no ha muerto, pero está muy herido. Los que hemos disparado deberemos demostrar ahora que esto es positivo y necesario. Y los que aún son los partidos mayoritarios, o mejor dicho, los partidos con más respaldo, porque ya no son mayoritarios, deberán de reflexionar, respirar profundamente y mirar muy bien cuales van a ser sus decisiones.

Se abre una nueva época en la política española. Incierta pero apasionante. ¡Aprovechemos la oportunidad! ¡Recuperemos este país!

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