La mujer enamorada no es signo de debilidad

La mujer enamorada no es signo de debilidad, muchas veces se cree que por enamorar a una mujer, la conviertes en debilidad y se le puede hacer cualquier cosa porque como está enamorada va acceder a todo, pues no queridos amigos, los tiempos han cambiado, el que estemos enamoradas no significa que debemos creer todo lo que se nos diga, y es más, aguantar cualquier cosa. Les voy a contar una historia verídica en modo de cuento: Erase una vez una chica de 23 años, guapa, divertida, maravillosa, positiva con opción de tener a cualquier chico a su alcance, con estudios, inteligente que se enamoró de un chico, este chico es el típico que sabe que gusta a todas las mujeres, además de ser un encantador de mujeres, que con su palabrería consigue encandilarlas, pues a ella lo consiguió, dio toda su vida por él, hizo lo imposible y éste la negaba de cara a los demás, pero ahí no acaba la cosa, los cuernos de parte de él hacia ella eran constantes, ella al estar tan enamorada no lo veía, por mucho que le dijeran ella siempre lo defendía, para él, ella nunca estaba a la altura, siempre hacía las cosas mal, la acabó anulando, ella perdió su esencia, dejó de ser tan positiva, no sonreía tanto, estaba mucho más desmejorada, parecía otra, hasta que un día de repente abrió los ojos y lo apartó de ella, retomando el camino del cual se había desviado cuando lo conoció a él. A partir de ahí nunca jamás nadie logró humillarla ni debilitarla, la protagonista de esta historia empezó a amarse a ella misma y chico que no la quisiera como ella misma se quería quedaba fuera de su vida y así encontró el amor de su vida con el que se casó y tiene cuatro hijos, es tratada como una reina, sigue igual de guapa o más, divertida, maravillosa, positiva y triunfadora. Con esta historia quiero reflejar que la mujer enamorada no es signo de debilidad, sino que todo lo contrario, ya que primero que nada tiene que estar enamorada de ella y luego de la persona que tenga a su lado, las mujeres somos lo mejor, maravillosas, y no débiles.

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