Jesús Montesinos

La obsesión por las encuestas

El que no sale en una encuesta no existe. Es una locura. Todos los días te cuentan una o dos. Hay diez mil tertulias interpretando otras tantas y aparecen institutos demoscópicos hasta debajo de las piedras. ¡Cuánta gente sabe ahora de estadística!!! ¿Pero sirven para algo en estos momentos tan líquidos??.

La verdad me fio poco de las encuestas y mucho del olfato callejero. Desde que esta semana me llamaron a las doce del mediodía al teléfono fijo de mi casa para preguntarme sobre mi intención de voto aún me fío menos. ¿Quién está en su casa a las doce del mediodía? Un jubilado, un parado, un enfermo (esta semana arrastro una fuerte gripe) y mi gato. ¿Son una muestra convincente para una encuesta?.

En el Reino Unido ha quedado más que claro. La silenciosa mayoría conservadora ha destrozado las encuestas. Nadie quiere reconocer que va a votar a alguien a quien todos ponen a parir. Pero al final una cosa es protestar, condenar el pasado y otra cosa muy distinta es en quién confías para el futuro. Por eso Cameron y el Partido Conservador inglés han triunfado. ¿Quiere decir que en la Comunidad Valenciana Alberto Fabra y el PPCV pueden ganar por mayoría absoluta?.

Lo dudo, sobre todo porque ellos mismos van de perdedores y aparecen angustiados y amargados en cualquier debate o un mitin. Están a la defensiva. Tampoco es que haya mucha alegría de la huerta en la parte de enfrente. ¿Por qué los políticos españoles van siempre de tristes. Que miren el comportamiento público de Obama, por ejemplo. Debe ser nuestro unamoniano sentido trágico de la vida.

Y como están obsesionados por las encuestas están obsesionados por los titulares que ellos creen que influyen en la opinión pública que debe contestar a las encuestas a las doce del mediodía. Y dicen un sinfín de tonterías para ganar un titular más gordo que el de enfrente. Y si no lo dicen lo filtran. Basta con filtrar que han cogido a un candidato robando la el Micalet para que eso se considere una verdad publicable con un buen titular: ¡Que una verdad no te robe una noticia!! Máxima del periodismo español.

Ya tienes el titular y ya tienes la opinión publicada (digo publicada, nada que ver con la pública) diciendo sus cosas. Y ya tienes la tendencia de una encuesta. ¿Se comportará el elector valenciano con este proceso tan simplista o tiene sus propios valores? Esa es la duda para saber si el PPCV puede ganar por mayoría absoluta aunque sea arañándola. Pero la duda existe para la Generalitat y para Valencia, Castellón, Elche y Alicante. ¿Qué va a hacer esa mayoría silenciosa conservadora?

A una mayoría absoluta solo le veo un problema: Que no se producirá la higienización de la vida política valenciana y en especial del PPCV. ¿Está este PPCV en condiciones de gestionar una Comunidad Valenciana con los retos pendientes? Lo dudo. Pero Alberto Fabra sabe que si gana el 24 de mayo se asegura ocho años más. Y eso es lo que vale en política. Luego ya veremos qué se hace.

¿Y si saca solo mayoría simple? Pues eso debería ser un triunfo después de tanto choriceo y veinte años gobernando. Pero como el PPCV no tiene quien le quiera (ni ellos mismos) eso se considerará un desastre. ¡A la calle! Será el grito mediático.

Sobre todo porque aquí los de enfrente del PP solo tienen un lema: Todos contra el PP. Y entraríamos en una neurosis colectica propia de un psiquiátrico, como pasa en Andalucía. Imaginen a Punset, Oltra y Puig y Montiel debatiendo cual Santa Inquisición.

Y además, visto el desastre de los pactos para los liberales en el Reino Unido y para Izquierda Unida en Andalucía y en Extremadura, aquí nadie va a pactar hasta que sus patrocinadores le pongan la soga al cuello.

Total, que más nos vale seguir jugando con las encuestas y no celebrar las elecciones. Es más divertido. Y la verdad se agradece que el Consell esté en funciones: ¡¡Así no mete la pata!! También como en Andalucía.

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