La reforma de la financiación autonómica, gran objetivo de Alberto Fabra para 2014

El Presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, afronta 2014 con el reto sustancial de intentar enderezar las maltrechas cuentas de la Generalitat, y con la perspectiva en el horizonte de lo que serán sus primeras elecciones como máximo representante del Gobierno valenciano.

Entre los objetivos que deberá afrontar Fabra destaca la anhelada reforma de la financiación autonómica. Una medida fundamental para sufragar el déficit que la Comunidad Valenciana arrastra desde hace años y que le han llevado a una situación dramática.

De momento, la Generalitat ha conseguido cerrar 2013 con el pago a proveedores de 561 millones de euros, que proceden del excedente del Fondo de Liquidez Autonómica, lo que ha permitido abonar entre el 31 de diciembre y el 2 de enero 60.000 facturas atrasadas.

Sin embargo, este parche no consigue paliar los efectos de un sistema de financiación que se ha mostrado reiteradamente ineficaz, ya que no puede sufragar los costes que las administraciones públicas necesitan para cumplir puntualmente con sus proveedores.

Es verdad que este problema no es solo valenciano, ya que el resto de autonomías también han reivindicado la reforma del sistema actual de financiación, pero en este contexto la Comunidad Valenciana es una de las regiones que más sufre para atender sus necesidades financieras.

Y por si fuera poco, el Estado se va a encontrar en este 2014 con graves dificultades para acometer la reforma reclamada por las autonomías. Entre ellas, una caída sustancial de la recaudación, cuyo montante puede ascender a 40.000 millones de euros, según las previsiones del Ministerio de Hacienda.

Una situación que el Ministro de Economía, Luis de Guindos, intentará paliar con la aprobación de una reforma de los impuestos en los próximos meses.

La caja del Estado sufrió en 2013 una caída sustancial de la recaudación en los impuestos directos, el IRPF, los impuestos indirectos, las cotizaciones sociales, y el impuesto de sociedades, tributo éste último del que reclama su reforma el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda.

 

La Comunidad Valenciana cerró el año 2013, con un déficit del 1,35%, lo que representa dos décimas menos respecto al máximo permitido del 1,6%. Una estadística que hace albergar esperanzas en la Generalitat de tener una financiación mejor en un futuro próximo.

Pero en la mejora de la financiación no se acaban los retos para un Fabra que llegó en mitad de la legislatura a la presidencia del Consell, y que tiene por delante muchos otros frentes abiertos para permitir la recuperación de competitividad de la Comunidad Valenciana, aunque sea de forma parcial.

Uno de ellos, y de los más comprometidos, es mejorar las cifras de empleo, al igual que en el resto de España, ya que la reducción de 20.000 parados en este año de 2013 que ha finalizado, con una mejora sustancial de los mismos en noviembre, de 8.329 menos, resulta simbólica si tenemos en cuenta que aún quedan casi 600.000 personas sin encontrar trabajo.

Una cifra inasumible para cualquier región de los países más desarrollados del mundo, y que supone todo un reto, no solo para la Generalitat sino también para el Gobierno de Rajoy, que debería impulsar las pymes con herramientas de financiación eficaces para lograr estos objetivos.

Pero 2013 también nos ha dejado una cara positiva en términos macroeconómicos. Y estos han pasado por el aumento sustancial del turismo, batiendo récords con 5,7 millones de turistas extranjeros, aunque queda el gasto medio por visitante y el aumento de precio de los hoteles como una de las grandes asignaturas pendientes.

Y también se ha erigido como salvadora la actividad exportadora para muchas industrias valencianas en el año finalizado, especialmente de los sectores tradicionales como mueble o cerámica, entre otros, que han recuperado las buenas sensaciones con el mercado exterior.

A este factor hay que añadirle la dotación presupuestaria para la creación del anhelado corredor mediterráneo. Una infraestructura fundamental que dotará de mayor competitividad a las pymes valencianas en sus redes paneuropeas, y que les abrirá las puertas para abordar con mayor competitividad y eficiencia los mercados internacionales.

 

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