Otro día de protestas en Venezuela, los ciudadanos siguen apostados en las calles, vestidos de líderes, mostrando con respeto y admiración el hermoso tricolor que nos viste; los acontecimientos están a la orden del día y es inevitable dejar de pensar en todo y cada uno de esos jóvenes que no han abandonado ni un día la calle.
El pavimento, el suelo venezolano sufre día a día, la división entre hermanos se hace notar, pero la lucha por la libertad no se puede esconder, el clamor de los ciudadanos se escucha en cada rincón. El sol radiante amanece y entre las consignas del bravo pueblo, está la incertidumbre, pero es admirable el valor de los venezolanos que aman a su país le ponen el alma y al corazón a la búsqueda de ese futuro que hoy es incierto.
Declaraciones van y vienen, pero la triste realidad se impone al ver un debate de bandos donde la verdad empaña la mentira en manos de esas voces que viven y sufren cómo diariamente la censura, el desabastecimiento y la delincuencia nos arropa. La verdad no se puede esconder por más que intenten destrozar nuestro derecho irrenunciable a ser LIBRES de pensamiento.
El arremeter contra medios audiovisuales internacionales es una muestra clara de la dictadura que el gobierno asume como una “democracia” , esa dictadura que nos está quitando poco a poco el don de ser escuchados y vistos en otras latitudes, este país hoy más que nunca necesita de periodistas que lleven la esperanza y la verdad ante el mundo entero.
El descontento de sectores populares al gobierno no les agrada en absoluto, pero es indiscutible el valor de ese pueblo humilde que se une al son de las cacerolas a este sentir. El gobierno ha creado a su Mandela, Leopoldo López; líder político que se entregó al poder judicial venezolano con el único fin de demostrar ante su pueblo y el mundo que su amor por Venezuela es inmenso, su aprehensión es injusta, así lo ve el mundo… su único sacrificio es ser portador de la esperanza por un mejor mañana.
Los verdaderos líderes de hoy son todos los ciudadanos que con valentía asumen el reto de luchar con uñas y dientes por su futuro y el futuro de los suyos, por ese país libre con democracia verdadera, con justicia justa que nos quitaron hace 15 años.
El tiempo es pieza clave ante la situación, que crece con los días, el gobierno podrá quitarnos los servicios públicos, podrá intentar quitarnos el derecho a la protesta pacífica, e incluso los medios nacionales e internacionales, pero algo sí esta muy claro…Nicolás Maduro JAMÁS podrá quitarnos el amor por lo nuestro, por nuestra gente, por ese país que sigue reclamando justicia, JAMÁS podrá quitarnos el amor por esta tierra que nos vio nacer, nuestro amor infinito por VENEZUELA.