El Real Madrid y el FC Barcelona son los dos equipos con mayores presupuestos del mundo. Más que los de la Premier Leage británica y la Bundesliga Alemana. Estos datos objetivos deberían motivar algunas reflexiones sobre varios aspectos del fútbol español. El primero, si es razonable que un país inmenso en la profunda crisis política, económica y social, saque pecho en los campos de fútbol frente a las mayores potencias económicas de Europa, donde el fútbol es igual o más popular que en España.
La segunda reflexión debiera ser sobre los desequilibrios internos de la Liga Española. Al Real Madrid y el Barcelona, con presupuestos en torno a los 500 millones de euros. Exactamente 517 millones el Real Madrid y 470 el Barcelona F. C, .les siguen con una cuarta parte de dinero el Club Atlético de Madrid (120 millones) y el Valencia (103 millones). Luego se produce una pendiente que en la temporada pasada tenía su fin en el Levante U.D. (22 millones) y en el Rayo Vallecano, en posición de colista con 7,5 millones.
Empezano por esta última realidad, la competición no puede ser más desigual. Está claro que en esta espiral de presupuestos, derechos televisivos y recaudación por otros aspectos relativos a la publicidad, la situación será estanca. No hay absolutamente ninguna posibilidad de que los equipos modestos progresen y tampoco de que tengamos una Liga abierta que sea perseguida por la inmensa mayoría de los clubes. Para sobrevivir, los modestos, al final de cada temporada, tienen que vender a los jugadores que han formado a los grandes equipos españoles o europeos. Y volver a empezar con el único objetivo de no caer de división en los descensos de final de cada temporada.
Así las cosas, a los aficionados de cada equipo les queda el consuelo de poder acudir a sus estadios, con un precio desorbitado de las entradas, para ver a las grandes estrellas de las formaciones galácticas.
La exhibición de músculo, sobre todo del Real Madrid, pero también del Barcelona, con contratos híper millonarios, nada tiene que ver con la realidad del país, es absolutamente irracional.
El circo tiene otros sustentos. Las concesiones municipales, los permisos para sucesivas ampliaciones en los estadios de los dos grandes equipos, certifican más estas desigualdades. ¿Para qué recordar lo sucedido con la Ciudad Deportiva del Real Madrid, o con las licencias para construir locales comerciales en las sucesivas ampliaciones del Bernabeu? Las normas y leyes de urbanismo no se aplican al fútbol como a los ciudadanos comunes.
La otra cara de esta moneda son las deudas con Hacienda de muchos clubes españoles. Y los retrasos en hacer frente a sus obligaciones mercantiles.
¿Qué ocurrirá cuando, por la caída de la publicidad, no puedan hacer frente a sus contratos los medios de comunicación que están pagando cantidades inconcebibles por la retransmisión de los partidos? ¿Estallará la burbuja del fútbol?
¿Cuándo ejecutará la Hacienda Pública las deudas de impuestos, tratando a los clubes de fútbol con el mismo cedazo que las empresas y a los ciudadanos?
En Europa se preguntan cómo es posible que un país arruinado, que no es capaz de sacar adelante su economía, se puede permitir el lujo de la Liga más poderosa del mundo.
Pero lo cierto es que la Liga Española y el norte y sur de Europa tienen los mismos parámetros de desigualdad de oportunidades. Nosotros, el sur, nos hemos financiado con la prima de riesgo a casi 700 Euros, mientras los alemanes pagan intereses negativos. Dos Europas y dos ligas de fútbol. Como siempre ganan los poderosos; los modestos solo aspiran a sobrevivir. En el fútbol y en la economía real.
PD. Tengo que aclarar que me gusta el fútbol sin pasiones excesivas. Este no es un ataque al fútbol sino a la sinrazón.