Juan Vicente Pérez Aras, Diputado Nacional PP. Un Consell y una Legislatura agotados

MARE NOSTRUM. Acción, convicción, ambición.

Tras el paréntesis festivo-institucional del fin de semana, la actualidad política recobra todo su protagonismo alrededor de tres ejes en los que convergen no solo la noticia, la foto oficial, sino también y ahí radica su importancia, la reflexión sobre la trascendencia de los mismos en el día a día, en el presente que nos envuelve y su proyección y trascendencia en ese futuro que estamos construyendo entre todos. Tres ejes que coinciden con tres actos que se iniciaron la semana pasada y culminan hoy con el Día de la Hispanidad.

El primero de ellos fue la constatación del nuevo liderazgo en el centro derecha valenciano. Un liderazgo que está recomponiendo las filas populares desde un discurso, tan ausente como esperado en los últimos años por el votante popular, centrado en los principios liberales que la nueva Thatcher valenciana esgrime con soltura y vehemencia ante la embestida ideológica de la “nueva” izquierda. Un discurso centrado en tres ejes, acción en el desarrollo del gobierno, convicción en los principios y valores y ambición para mejorar la vida de las personas. Tres ejes que se complementan con la otra trilogía popular que subyace en todo su discurso reivindicativo: financiación, infraestructuras y agua. Y todo ello enmarcado por esos principios que proclama el liberalismo: la defensa del sistema parlamentario, desde el respeto a la Constitución, a la separación de Poderes y a la garantía de la Libertad del individuo sobre las ideas; la protección de las clases medias como garantía del desarrollo económico y social de esa sociedad del bienestar tan demandada; y la defensa a ultranza de la propiedad privada bajo el principio de la libertad económica. Toda una andanada ideológica en la línea de flotación de la economía planificada del neomarxismo imperante.

En segundo lugar y en la vanguardia de la ofensiva popular, ese valencianismo cívico desde la defensa de nuestra historia, cultura y tradiciones. Ese valencianismo respetuoso e inclusivo, abierto y participativo del que siempre ha hecho bandera el Partido Popular. El pasado 9 d’Octubre perdía parte de ese espíritu ante el ímpetu pancatalanista de una izquierda acomplejada y servil que una vez en el poder, han vuelto ha demostrar sus verdaderas intenciones. De ahí el llamamiento de la presidenta del PPCV, pidiendo a los valencianos que “salgan el 9 d’Octubre para apoyar nuestras señas de identidad y apoyar un gran pueblo como es el nuestro, con armonía, como siempre ha sido. Dejemos a los que quieren enfrentar solos”. Un llamamiento a la defensa de nuestra libertad ante el absolutismo ideológico y el pensamiento único que la izquierda busca imponer con la sutileza que la caracteriza.

Por último, en plena celebración del Día de la Hispanidad, la reflexión sobre la importancia del sentimiento de pertenencia del pueblo valenciano a ese proyecto común que es España. Un sentimiento recogido en el ideario de los populares y que defiende el papel protagonista de esta tierra y sus gentes dentro de España, y en el mundo. Una visión cosmopolita de un pueblo que ha sabido labrarse su historia con esfuerzo y sacrificio, haciendo de esta tierra de provisión un espacio de convivencia multicultural.

Una conjunción armoniosa y coherente con un mismo hilo conductor. Una trilogía basada en la ilusión de conformar un verdadero espíritu cívico para seguir desarrollando una sociedad cosmopolita. Tres ejes, desarrollados sobre tres actos que han servido para poner en valor ese nuevo tiempo que los populares han abierto con Isabel Bonig. Un nuevo tiempo, que como aquel nuevo mundo que hoy conmemoramos, se nos presenta lleno de oportunidades.

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