Cuando Joaquín Costa pronunció su famoso discurso el 15 de septiembre de 1901, invitado por su amigo Miguel de Unamuno, para la apertura de los Juegos Florales de Salamanca, que luego se publicaría con el título de “Crisis política de España”, no podría pensar que 115 años después estuviéramos poniendo en valor otra vez ese espíritu crítico a la vez que esperanzador para abordar los problemas de una España que vuelve a toparse con su propia historia, repitiendo los errores del pasado.
Costa nos describe que el problema fundamental de España se encierra en la fórmula “Nivelarnos con Europa, en lo físico lo mismo que en lo espiritual; que el español se eleve de la condición de avasallado a la dignidad de hombre, que alcance su plenitud de la libertad, así política como moral, o, dicho de otro modo: que deje de padecer hambre, hambre de pan, hambre de instrucción, hambre de justicia, estos tres coeficientes necesarios de la libertad.” Una premonición que hoy en pleno siglo XXI sigue de plena actualidad ante el acoso de los populismos, el relativismo ideológico y la radicalidad de una izquierda que sigue anclada en el siglo pasado. Costa resume su pensamiento en cuatro virtudes necesarias para la acción pública en ese momento: Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza. Y yo diría que las cuatro continúan siendo necesarias para cometer los retos de una sociedad cada vez más compleja.
La semana pasada el Partido Popular de la provincia de Valencia lanzaba la campaña #regenerAcción, el mayor compromiso de un partido político con ese espíritu regeneracionista que los clásicos nos enseñaron. Una verdadera revolución interna en una formación política en continua evolución, adaptándose a las nuevas exigencias de una ciudadanía mucho más crítica y exigente. Un proceso de democracia participativa desde la sede del municipio más pequeño hasta las agrupaciones de las grandes urbes.
Un trabajo que se inició en la primavera de 2015, auspiciado por la propia militancia que quería asumir un mayor protagonismo. Comarca a comarca, las reuniones se fueron sucediendo generando un documento de trabajo abierto, que ha servido de base para que el grupo de trabajo multidisciplinar liderado por jóvenes polítólogos, que haberlos haylos también en las filas populares, bajo la supervisión de la dirección provincial. El movimiento se demuestra andando, y mientras otros siguen con su política de titulares, clamando por la “nueva” política, nosotros vamos haciendo camino, asumiendo un compromiso con nuestra militancia y con toda la sociedad.
Abrimos un proceso intenso, desde el rigor, el sentido común, la generosidad, para escuchar a todos, porque todos tienen mucho que decir. Sabemos lo que queremos y queremos hacerlo entre todos y para todos, porque ese trabajo nos permitirá hacer un partido más dinámico, ágil, transparente y participativo. Más fuerte, más renovado y mejor articulado, para poder así dar mejor respuesta a los desafíos que nos plantea la sociedad.
Un gran acierto de nuestro Presidente Vicente Betoret, con el cual no solo recobramos la iniciativa política, sino lo que es más importante, estamos marcando la propia Agenda y liderando la acción política, la misma que los ciudadanos nos han pedido a todos los partidos, para superar vetos y cordones sanitarios que no conducen a ningún sitio, y para modernizar y actualizar las estructuras de uno de los instrumentos fundamentales para la participación política (Art 6 CE). Estamos construyendo el futuro.