El pasado 28 de agosto Isabel Bonig abría la caja de pandora de la financiación, dirigiendo una carta al President de la Generalitat solicitándole una reunión para conocer de primera mano las propuestas del Consell para esta legislatura y, de manera especial respecto al tema de la financiación. Tres días después, desde el Palau se anunciaba la ronda de contactos con todas las fuerzas políticas. Bonig había dado en la diana. Tras un relajado verano, olvidándose de todas las emergencias sociales que habían denunciado, el Consell reaccionaba a remolque de la estrategia popular. Marcado el ritmo, la presidenta popular volvía a dar una vuelta de tuerca y presentaba por registro de entrada una propuesta de pacto por la financiación que volvía a pillar con el paso cambiado a los nuevos inquilinos del Palau.
Tras tres intentos fallidos, la tan manida reforma estatutaria respecto a la Financiación, uno de nuestros hitos históricos, parece ser que entra en una nueva etapa. El guante de seda de Isabel Bonig y las nuevas formas de los populares han invertido la tendencia negativa que ha venido marcando este crónico problema de la financiación.
En 72 horas, el Pleno del Congreso debatirá la reforma del Estatuto de Autonomía en busca de blindar las inversiones del Gobierno en estas tierras castigadas por una infrafinanciación que ha lastrado nuestro crecimiento y competitividad ante el resto de territorios de España, generando más del 90% de nuestra deuda actual. Somos tierra de provisión, y hemos ofrendado siempre nuevas glorias a España, pero esa generosidad no se ha visto refrendada por los distintos gobiernos centrales, que una y otra vez han aparcado la cuestión y su más que necesaria solución.
La Presidenta de los populares valencianos iniciaba la ronda de contactos del President de la Generalitat y ponía en valor el compromiso y la coherencia política de la única formación que verdaderamente ha hecho bandera con esta cuestión, como ya se puso de manifiesto en la votación en les Corts valencianes de 16 de octubre de 2013. En aquella ocasión solo los votos favorables de los populares, permitieron aprobar un documento reivindicativo respecto al modelo de financiación, con la abstención de socialistas e IU y el voto en contra de Compromís. Un documento que venía a recoger ya, lo que el President les ha planteado a todos los grupos políticos y que ha generado un principio de acuerdo para hacer un frente común, que buena falta hacía y no solo para este tema.
Se perciben cambios en las formas y las actitudes, y eso es bueno para los valencianos, salvo que la Vicepresidenta del Consell cuestione la palabra del President. Por eso todos debemos hacer fuerza para apuntalar este incipiente paso de gran trascendencia política y que está copando toda la actualidad. Incluso les Corts han modificado su agenda plenaria para reforzar la presencia institucional del máximo nivel en la carrera de San Jerónimo. La unión es fundamental para plantear y defender cuestiones de Estado por encima de intereses partidistas, aunque algunos parece no haberse enterado.
Pero también la coherencia y el sentido común para solucionar una cuestión transversal para la política española que necesita una visión de conjunto para alcanzar una solución global y no localista. Ahí se demuestra la madurez y solvencia de un país. El Presidente Rajoy y el Ministro Montoro han reconocido por activa y por pasiva el problema y la necesidad de abordarlo desde una óptica nacional, pues el modelo vigente de financiación aprobado por el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero en 2009 ha resultado fallido, generando más desigualdades entre territorios que afectan a la igualdad de todos los españoles, independientemente de donde residan. Por eso es fundamental mantener la unidad de mensaje para impulsar ese diálogo necesario con el Gobierno de España dentro del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano competente para abordarlo.
Isabel Bonig y los populares han vuelto a dar en el clavo, llevando la iniciativa y marcando la agenda política. Pero no solo desde el calculo electoral, sino desde la coherencia de quienes no se han apartado un ápice en su planteamiento y han tendido la mano para forjar un ariete valenciano que demuestre la fortaleza de esta tierra cuando es capaz de unirse. Es la victoria de la Política sobre la Ideología. Un nuevo tiempo en el que debemos recuperar esa alma perdida, ese espíritu forjado durante siglos. Un anhelo que tan bien describió nuestro Aussias March: “ Veles e vents han mos desigs complir…”