La otra noche di –en el Diario en Red de mi querido amigo Christian Camacho– con un mapa de McWorld, el Planeta McDonald’s, conformado a día de hoy por 101 países (de los 194 reconocidos internacionalmente) de los cinco continentes. En ese planeta hay, según el último recuento, 34.492 restaurantes, incluidos los 439 radicados en España.
Qué interesante resulta superponer a ése otros mapas. Por ejemplo, el de Libertad en el Mundo de Freedom House. McDonald’s parece llevarse bastante bien con la libertad, está en prácticamente todos los países considerados libres, y regular tirando a mal con la falta de ella: casi no aparece en la lista de países ‘no libres’ (pero las excepciones son muy importantes: ahí están Rusia, China y Arabia Saudí, sin ir más lejos).
La correlación es aun más fuerte en este otro mapa, el de Libertad Económica de la Heritage Foundation. McDonald’s está en los 35 países y territorios considerados libres o mayormente libres salvo en Islandia –donde estuvo, hasta que la burbuja financiera hizo que su economía saltara en mil pedazos–, y sólo en 6 de los 33 con el tétrico calificativo de ‘repressed’. De esos 6 países, sólo dos califican como ‘no libres’ en el índice de Freedom House: Bielorrusia y Cuba. Y este último quizá no hubiera que traerlo a colación, porque el único McDonald’s que hay en la isla está en la base estadounidense de Guantánamo y atiende sólo al personal de la misma.
Otro mapa. El de PIB per cápita medido por la paridad de poder de compra. McDonald’s está en todos y cada uno de los países ricos (20.000 dólares o más) y no está en uno solo de los paupérrimos (2.000 dólares o menos). Sí está en varios países bastante pobres (entre 2.000 y 5.000 dólares); casualmente, suelen ser democracias (Nicaragua, Honduras, la India), aunque también se cuela alguna dictadura en la lista (por ejemplo, Vietnam, que casualmente no figura entre las economías más ‘reprimidas’ del índice de Heritage).
Los arcos dorados están ‘infrarrepresentados’ en este mapa de conflictos violentos en curso (y en esta lista del experto Joshua Goldstein), así como en el Mapa del Hambre del Programa Mundial de Alimentos (“Se puede vivir sin McDonald’s? 105 países demuestran que sí”, dice este titular, no sólo inexacto –no son 105 países, ni mucho menos, los que resalta– sino sangrante: ¿Zambia, con un 47% de desnutridos, lo demuestra?). Y del de Transparencia Internacional se desprende enseguida que la corrupción tampoco parece gustarle a Ronald McDonald, mucho más presente en los países más limpios que en aquellos donde el olor a chanchullo tira de espaldas.
Un último mapa para contrastar. El del Índice de Desarrollo Humano que elabora la ONU. Qué significativo e interesante también este, ¿eh?
No es mala la cartoteca que hemos montado en un ratico, yo diría. Pues ahora vayan y muéstrensela a algún pedante maleante del mester de progresía, la urbanísima tribu anticapi o el perroflautaje chic, o a cualquier cafrazo de la izquierda gordillera. Bueno, no, mejor no vayan; no vayan a ponerles la cara como un ¡mapa! por echarles a perder un quintal de soflamas.