¿Urnas o playa?

Operación ‘bajoqueta’

Entrando en la segunda quincena de abril y ya colgando de nuevo la manga corta en nuestro armario, la proximidad del verano es ya una amenazadora realidad. La playa nos espera con su arena, su transparente y refrescante agua salada, la toalla y el bañador, o bikini o triquini o tanga de leopardo, da igual, el caso es que te ves en el espejo y el terror recorre tu cuerpo de arriba abajo.

Pero como reza el dicho popular, “cuando crees que todo va mal, aún puede ir a peor”… Y llega el día en que te proponen jugar un partido solteros contra casados y ves que no solo la pelota corre mucho más que tú, tu corazón y tu hígado también te adelantan. Entonces, decides que ya no puedes seguir así y empiezas la Operación ‘bajoqueta’.

¿Por qué ‘bajoqueta’? Porque lo primero que hay que hacer es bajar peso y la ‘bajoqueta’ es un ingrediente fijo en cualquier detestada dieta. Y porque hay que ser ‘bajoqueta’ para haber llegado a este punto de ‘desperfecto’ físico y mental para ponerse a buscar una solución.

Y esto mismo lo podemos extrapolar a la situación política nacional. Se acerca el verano y ni Sánchez ni Rajoy se han mirado al espejo para comprobar que ya ni la Operación ‘bajoqueta’ les vale. O se conciencian de una vez de lo que tienen que hacer o ni bañador ni bikini ni tanga ni traje de neopreno. ¡Es más, ni vacaciones! Aunque también es cierto que no se las habrían ganado.

El orgullo y la intransigencia engordan demasiado. La responsabilidad de sus cargos puede, ser en este caso, como la L-Carnitina, un devorador de grasas o de problemas que parecen insalvables. Pero si insisten en no mirarse al espejo, ni con una liposucción se va a poder solucionar el problema.

Artículo de colaboración de Toni Subiela

Ir arriba