Esta semana nos hemos despertado con la noticia de que el Gobierno, en funciones todavía, ha tenido que echar mano de, nada más y nada menos, 8.700 millones de euros de la conocida como ‘hucha de las pensiones’, el fondo especial creado para poder hacer frente a los períodos de mala racha de la economía que afecten a la SS. Los 8.700 millones se han utilizado para hacer frente a la paga extra del mes de julio de los pensionistas. La situación es bastante preocupante, pues apenas quedan 25.000 millones en dicha ‘hucha’, cifra que a pesar de ser enorme, sólo daría para hacer frente a estas pagas extra hasta 2018.
Y mientras el desempleo bajando, sí, pero con contratos basura. La mayoría de los 124.000 contratos firmados en junio son temporales y de pocas horas. Así, ¿cómo alguien puede pensar que con esas exiguas cotizaciones a la Seguridad Social se puede mantener el actual ritmo de pensiones, que además aumenta conforme aumenta la esperanza de vida?
Por si alguien teme, que tema. El Gobierno, según se comenta, tiene un plan, que pasa por sacar del sistema de la Seguridad Social las pensiones de viudedad y de orfandad. Es la única manera de que el sistema no quiebre. No obstante, si no se pagan a través de las cotizaciones, cada vez menores de los trabajadores, habrá que financiarlas con impuestos. A pesar de que Rajoy, y también Rivera, hayan prometido bajarlos durante la campaña electoral, o recortan Estado y prestaciones, o no salen las cuentas. Algo no cuadra, nos mienten.
No deja de ser indignante, y hasta cierto punto si me lo permiten, nauseabundo, que mientras el sistema de bienestar, que tanto ha costado construir por parte de nuestros padres y abuelos, está a punto de hacer crack nuestros políticos no hablen de las reformas que, sí o sí debemos afrontar. Hablan de quitar a unos y poner a otros. Como si el problema de la corrupción en España se llamase Mariano Rajoy, Artur Mas o Manuel Chaves, y no fuese la politización del Consejo General del Poder Judicial, la falta de medios de jueces y magistrados y las triquiñuelas legales de corruptos y defraudadores. No hablan de estas cosas. ¿Alguien encuentra por algún lado en el ya difunto acuerdo PSOE – C’s la despolitización del CGPJ? No la busquen porque no la encontrarán.
No hablan de remodelar el Estado para hacerlo más viable. No hablan de cómo sostener el sistema de pensiones. No se atreven a aliviar de una vez por todas, y de manera duradera, a los sufridos autónomos. ¿Alguien ha escuchado a Rivera exigir a Rajoy alguna reforma política en profundidad? Se habla de caras porque es un nivel de debate facilón que todo hijo de vecino entiende, un debate de barra de bar.
No obstante, hay algo en lo que sí están de acuerdo nuestros tres amigos, PP, PSOE y Ciudadanos. ¿Recuerdan aquel Ministro que se reúne con altos funcionarios para fabricar pruebas falsas contra los independentistas? Pues a pesar de que de cara a la galería Pedro y Albert pidan su dimisión, a la hora de la verdad, cuando Podemos ha pedido su comparecencia en la Diputación Permanente (ese número reducido de diputados que queda en el Congreso en períodos de entre elecciones, para que el poder legislativo no quede ‘vacío’), los tres, PP, PSOE y C’s se han negado. ¿Su argumento? Que sólo hay una experiencia en toda la democracia de una comparecencia en períodos de entre elecciones. ¿La realidad? Que no hay postulado legal que impida que Fernández Díaz dé explicaciones de su comportamiento. Quizás, al PP evidentemente no le interesa que se airee más este escándalo, porque es eso, un auténtico escándalo. Quizás, el PSOE esté siendo previsor y ejerza, ahora sí, de ‘partido de Estado’, para no trastocar el statu quo, no vaya a ser que se abra la veda. ¿Y Rivera? Pues Rivera como siempre, a lo suyo, a servir de pasta para que PP y PSOE sigan a lo de siempre, sin nueva Ley Electoral, sin independencia del Consejo General del Poder Judicial y sin reformas económicas y sociales profundas, pues al fin y al cabo, Albert Rivera también fue a visitar al tan cotizado alto funcionario. Y mientras, los populismos a la espera.
Al fin y al cabo, ya lo dice el refrán, ‘haz bien y no mires a quién’.
Fran Raga Sáez | Redactor de ValenciaNews.