El problema no está en los animales de compañía - Francisco Cano, Secretario General de Avant-Los Verdes

El problema no está en los animales de compañía, está en la mentalidad de la sociedad

Son uno más de nuestra familia y la mayoría de veces no pueden acompañarnos en nuestro día a día. Si queremos subir al transporte público y vamos con ellos no podemos hacerlo, si queremos entrar en una tienda los tenemos que dejar en la calle y si paramos a comer algo fuera de casa debemos hacerlo en una terraza y no en un lugar cubierto. Este es el día a día de las personas que tenemos animales de compañía en España.

Si nos vamos fuera de nuestro país, concretamente en Alemania, donde hemos viajado hace poco, nos damos cuenta de que esto no ocurre porque los animales pueden acceder a restaurantes, subir en transporte público y entrar en las tiendas siempre que estén bien educados y bajo unas normas de conducta. Cada día más establecimientos públicos permiten la entrada de animales siguiendo unas normas. Esta es la cuestión y la necesidad de nuestro país la creación de unas normas de conducta que nos permitan a las personas que tenemos animales poder vivir el día a día con ellos y sin limitaciones.

Muchas veces nos fijamos en la actitud de los animales sin pensar en los dueños y estos últimos son los responsables y los que los deben educar a sus animales para poder convivir siguiendo unas normas de conducta. Si en nuestro país fuese más asequible poder educar y adiestrar a tu mascota seguro que nos iba mejor. Algunos países Europeos han optado por poner a disposición de la población cursos de adiestramiento para poder educar a los animales y así convivir mejor en sociedad.

Igual que en estos países la vida para los animales de compañía es mucho mejor también las normas son mucho más estrictas y respetadas por la población. Los dueños de los animales recogen los excrementos siempre porque las multas son elevadas y se controlan igual que las normas de tráfico. Si en nuestro país estas multas se aplicaran de forma controlada sería mucho mejor y seguro que dábamos un paso adelante.

Por tanto, todo se resume a un problema de mentalidad en nuestra sociedad en la que debemos entender que los animales siempre que estén bien educados y adiestrados pueden convivir en la sociedad, regidos bajo unas normas de conducta igual que tenemos las personas. El gobierno debe favorecer la ayuda a estos adiestramientos y cumplir con las normas de forma exigente para que la sociedad se conciencie.

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