Propósito de enmienda

Entonar el ‘mea culpa’ no es habitual en política. Lo más común es tirar mano del libro de frases hechas, retrúecanos, capotazos y giros verbales varios para decir sí cuando quieres decir no, o para hablar mucho y no decir nada. Ayer el President Fabra tenía una prueba importante a nivel mediático que superó con relativa gallardía. La nota, como siempre, la ponen los ciudadanos.

Octubre no es un mes propicio para los exámenes, pero de golpe y porrazo nos topamos con muchos alumnos juntos en la misma habitación buscando la redención tardía del maestro. La televisión autonómica, tras el lavado de cara de las últimas semanas, dio un paso adelante en lo referente a pluralidad invitando a pesos pesados del panorama mediático valenciano para realizar la entrevista. Si bien la agenda y bloques temáticos estaban bastante marcados de antemano, es agradable ver en NOU a caras conocidas del periodismo de la Comunitat que, paradójicamente, no suelen prodigarse en tertulias infumables y dirigidas. En este sentido, el paso fue en la dirección correcta, aunque siga siendo de bebé.

Por su parte, Fabra tenía ante sí la oportunidad de mostrar su cara menos pacata y lanzar un mensaje sólido y sin fisuras respecto a los intereses que la Comunitat debe defender. «Poner en valor» se ha convertido, con el paso de los meses, en mucho más que una frase hecha: si los propios valencianos no creen que se puede salir del agujero, ¿quién lo hará? El devenir de los acontecimientos ha ido propiciando poco a poco un discurso más diáfano, aunque todavía falta algo más de contundencia en diversos aspectos como el desempleo o la infrafinanciación. Eso sí, vimos algo poco habitual: Fabra admitió errores y apostó por corregirlos. «Si hemos hecho cosas mal, pues no las repitamos». Propósito de enmienda loable y que habrá que mantener, al menos, hasta el final de la legisltura.

El eterno debate sobre la financiación volvió a ser parte importante del ‘hit parade’, al igual que la Fórmula 1 o los imputados sobre los que Fabra se ha afanado en pasar la bayeta -no confundir con bayoneta- en sus más de dos años de mandato. Castedo y Alperi salieron a la palestra, y el President titubeó antes de dar una respuesta más o menos definitiva: no habrá imputados en las listas de 2015. Al menos, eso es lo que desea fervientemente el propio Fabra para mantener altas sus opciones de repetir al frente del Consell. Quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero quien tiene un imputado en sus filas tiene un problema. O varios.

Independientemente de la agenda política de cada uno de los medios que hizo acto de presencia en la entrevista, de la línea ideológica de la remozada NOU -que vuelve a estar en el ojo del huracán por las asignaciones de los paquetes de programación a productoras al norte de la Comunitat Valenciana– o de la reiteración de Fabra en recalcar el trabajo de chapa y pintura que el Consell ha realizado estos últimos dos años en dejar la casa presentable, las dudas seguirán surgiendo mientras la Comunitat no consiga que sus reclamaciones no caigan en saco roto. 

El Acuerdo de la Sociedad Civil, que se presentará esta tarde en la Marina Real Juan Carlos I, puede ser -independientemente de los representantes escogidos para encarnarlo y de los furibundos ataques de la España más ‘cañí’ a Cristina Tárrega– un buen paso adelante siempre y cuando todos los ciudadanos, empresarios y partidos remen en la dirección de la recuperación y esquiven los cañonazos de algún que otro navío pirata camuflado en forma de inofensivo barco de vapor.

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