¿Urnas o playa?

¿Quién es? La Guardia Civil

Pánico de descolgar el teléfono y oír a la benemérita es lo que tienen la mayoría de políticos del PP, los que han ostentado el poder en anteriores legislaturas en la Comunidad Valenciana. Y es que al parecer, algunos están tirando de la manta, al menos un poquito, y empiezan a descubrirse muchas cosas.

Métodos mafiosos y costumbres corruptas que han costado tanto dinero a los bolsillos de los valencianos y valencianas. Ni quien denuncia estas prácticas parece estar libre de culpa. Y tampoco es un problema de la derecha, aunque eso ya lo sabíamos, porque también la izquierda valenciana parece estar manchada de negra corrupción.

Pero en Valencia, la izquierda al menos, no ha hecho lo mismo que en Andalucía o en otros lugares donde la corrupción les azota a ellos. Aquí parecen haber respondido con decisión y contundencia, apartando provisionalmente a los imputados de sus competencias y con la amenaza de reclamarles su acta si continúan imputados después de declarar ante la Guardia Civil. Bueno, eso último lo ha prometido Compromís, el resto no.

De todas formas, una actitud muy distinta a la del PP, que sigue protegiendo a sus imputados de manera grosera e insolente, faltándonos el respeto a todos cada día un poquito más, insaciables en su prepotencia y falta de humildad e incapaces de mostrar el más mínimo arrepentimiento por lo que han hecho.

No quiero con esto defender a los que, desde la izquierda, hayan metido también la mano en nuestros bolsillos, jamás. Pero la actitud de los partidos frente a “sus” sinvergüenzas difiere mucho. Y si bien es imposible evitar que alguno que otro se afilie, si que es posible expulsarlos en cuanto se detectan. Y eso no lo hace el PP. Aunque también tendremos que entender que si lo hicieran, posiblemente desaparecería el partido, al menos aquí en la Comunidad Valenciana. Pero ya les digo que ese no debe de ser nuestro problema. Nuestro problema es que no hay día en el que no se nos avergüence en la prensa. Nuestro problema es que nos han arruinado riéndose en nuestra cara. Pero parece que la justicia, aunque lenta, será justicia, aunque dudo que haya pena que compense el daño realizado.

Artículo de colaboración de Toni Subiela

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