Rajoy, son 13.500 millones de euros

Ni más ni menos. Esta es la sacrosanta cifra que se ha de convertir en repique constante de la tan anestesiada sociedad valenciana. Esta es la cuantía en la que se valora la deuda histórica del Estado con la Comunitat Valenciana desde el año 2002 (momento en que todas las comunidades asumen la gestión de las competencias más importantes). Sin contar el desfase desde la década de los ochenta, cuando se accede al autogobierno y modernizamos con nuestros propios recursos las transferencias deficientes recibidas por el Estado que desde un primer momento los valencianos gestionamos, como la educación y la sanidad…

Este déficit de financiación acuciante e injusto, este agravio comparativo de aupa, puede y debe corregirse. Y para ello hace falta un consenso histórico. Toda la sociedad valenciana ha de unirse contra este agravio histórico. 13.500 millones de euros corresponden a los fondos que la CV hubiera percibido de aplicarnos la media autonómica que se maneja en el sistema de financiación arbitrado por el Estado a las comunidades. Con esta cantidad podríamos equilibrar el desfase acumulado y corregir la debilidad de nuestra economía por la falta de ingresos. Alto y claro, nuestro déficit autonómico se debe a la pérfida e ínfima financiación que recibimos del Estado. Ni menos ni más.

Pero hemos de entonar el «mea culpa» y mucho… las diferentes administraciones que han pasado por el Palau de la Generalitat han consentido de manera benevolente un modelo de financiación tan discriminatorio como inmerecido… Hemos mirado para otro lado y no nos hemos puesto en nuestro sitio. Menos política palaciega y más estadismo, que es lo que ha faltado. La historia de siempre, el juego de la política basado en supuestas estrategias electoriales y de excesiva sumisión a las sedes centrales de los partidos, que lo que hace es alejar la política de los ciudadanos. La financiación autonómica, el corredor mediterráneo, el trasvase del Ebro, el tren Gandia-Dénia, la nula inversión estatal en obras públicas… hasta el IVA de las Fallas. Todo enmudecido por el Gobierno central de turno…

Esta semana Alberto Fabra habló con claridad meridiana ante Mariano Rajoy, el Gobierno y la sociedad española. El President se presentó en Madrid con un tono reivindicativo moderado pero contundente en el contenido. Se plantó en la capital de España para advertir al Ministerio de Hacienda que no aceptará más recortes hasta que se modifique un sistema de financiación que tanto perjudica a la Comunitat Valenciana. Fabra defendió que el problema de nuestra tierra no se debe al exceso de gastos, sinó a la falta de ingresos, certificando totalmente la discriminación que sufre este territorio. El President de la Generalitat habló claro, ahora falta que le hagan caso…

Y la Comunitat Valenciana no debe callar. No puede verse siempre superada por los contrarios… sea en la financiación por Madrid, Extremadura o Andalucia, sea en el trasvase del Ebro por Aragón y Catalunya… Nuestras legítimas aspiraciones y justas reivindicaciones como Pueblo, como territorio con autogobierno, no pueden ser constantemente laminadas y apartadas. Por ello, el acuerdo histórico de toda la sociedad valenciana es urgente e inaplazable. Por la financiación, por el agua para todos y por el corredor mediterráneo. El tridente de nuestro futuro como valencianos.

 

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