Rodrigo Rato dará la razón a Fabra

Alberto Fabra sabe desde hace mucho que a la hora de hacer sus listas o corta por lo sano (nunca mejor dicho con su línea roja, veremos cuántas veces injusta conforme se celebren los juicios), o no va a haber aquí quien le vote. Tal es la sensación de corrupción generalizada que del PP valenciano se tiene, alimentada convenientemente desde fuera de la Comunidad para tapar vergüenzas catalanas, andaluzas, y madrileñas.

Su línea roja sólo se aplica aquí. En el resto de España la doctrina De Cospedal dice que se excluirá de las listas a quien se vea afectado por la apertura de un juicio oral. Igual de injusto es, porque mientras no haya sentencia condenatoria la Constitución dice que todos tenemos el derecho a la presunción de inocencia, que los partidos vulneran cabalgando en la ola de la ejemplaridad con la que intentan frenar la hemorragia de votos camino de Podemos.

Pero en este pulso teórico entre Fabra y De Cospedal-Rajoy por la ejemplaridad en sus listas va a acabar ganando el valenciano. Y todo, gracias a la tarjeta negra de Rodrigo Rato, que se tiene que convertir en breve en tarjeta roja (la suspensión temporal de militancia es sólo un parche) si el PP nacional no quiere arruinar sus expectativas de voto. Con todos los demás partidos expulsando a sus exconsejeros de pernada en Cajamadrid, y presionando al PP con el concurso de las opiniones pública y publicada, o el PP reacciona rápido -que ya es tarde-, o, si sigue cubriendo los plazos garantistas que prevén sus estatutos y tarda mucho en echar a Rato, todos van a interpretar que lo hace a regañadientes y porque no le queda más remedio. Total, para acabar echándolo, porque es que no les queda otra, mucho antes de que pueda llegar cualquier posible imputación (puede que no haya ni delito) y, por supuesto, cualquier señalamiento posible de juicio oral.

Con lo que Rajoy-De Cospedal acabarán validando la línea roja de Alberto Fabra, que tendrán que aplicar en adelante a todos los demás en toda España.

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