Bendito San Valentín, benditos Reyes Magos, bendito Papá Noel, bendito San José y sus Fallas, fiesta grande donde las haya y hermosa tradición valenciana, donde las calles de Valencia se inundan de fiesta, flores, pólvora, fuego, gastronomía, monumentos, tradición y un sinfín de alegrías para nuestros sentidos.
Demos gracias a todos ellos, demos gracias al Marketing por mimarlos y protegerlos del olvido. Pero, nunca perdamos de vista, lo que significa cada una de estas fiestas y de las nuevas fiestas que en un futuro saldrán y otras que creídas desaparecidas, se recuperarán para el bien de unos y en perjuicio de otros.
La fiesta de San Valentín, a favor o en contra. Unos dicen que para ellos, San Valentín es todo el año. Otros, que San Valentín es una fecha a tener en cuenta y regalar un detalle a su pareja en esa fecha tan señalada. Hace unos siglos era mas físico que platónico y en otros países fuera de Europa, las muestras de amor se dan por decenas y no solo a una persona.
San Valentín ya ha pasado, pero el olor a pólvora en Valencia ya está en el aire y pronto, podremos disfrutar de una de las mayores fiestas del mundo, las Fallas de Valencia. Y espero que el ¨San Marketing¨, no deje de recordarnos sus bondades y ensalce a Valencia con todo su esplendor a nivel mundial.
Pero, realmente, quién es uno de los mejores aliados de San Valentín en estos últimos tiempos. Piensen y Voilà! Sí, el Marketing. La cantidad ingente de anuncios de San Valentín, nos rodea por todas partes, recordando que tenemos que comprar ese regalo para nuestra amada pareja y de paso gastarnos un buen dinero. Una forma más de hacer de un día normal de ventas en un día o varios días antes, el boom de las cajas registradoras.
¿Con cuántas parejas el Marketing ha coqueteado? Una por cada fiesta, una por cada interés. Como empresa, no deje pasar estas oportunidades para que su negocio, en medida de lo posible, aproveche al máximo las emociones que cada una de estas fiestas, brindan al consumidor.
Que vivan las Fallas… Que viva el Marketing y que viva el resto de ¨San¨ sin ellos, otra historia narraríamos. Sin ellos… las rosas de San Valentín, tendrían menos dueños y menos perfume.
Y usted ¿Se deja seducir por los ¨San¨?
Emil Serrano
Consultant Marketing
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