Tips para volver sin barriga

Media España (…y más de media) sigue de vacaciones en el ecuador de agosto. Quince días son suficientes para haber aumentado de peso, inmersos en hábitos muy distintos al periodo laboral, con horarios ordenados, menús más formales y muchas menos copas en la noche. Y los quince que quedan, fantásticos para anclar pequeñas pautas saludables.

Al volver a la rutina nos quejaremos por de todo lo que se ha quedado en el abdomen y las caderas, el estado del cabello y la piel por exceso de exposición al sol, las ojeras de noches de trasnochar en fiestas y rutas de tapeo.

En definitiva, que el verano es el tiempo de las licencias, de aplicarnos el “estoy de vacaciones”, “viva los homenajes” y hacer un paréntesis anual en el cuidado de la línea y la salud. Pero existen toquecitos mágicos que neutralizan o reducen los excesos y normas de las que se pegan en la puerta de la nevera para los momentos en que se despierta el estómago y todo vale.

Este podría ser un listado de tips para lo que queda de sol y playa:

1. Comida rápida no americana
Si comes mucho fuera de casa, que no sea comida rápida. Hamburguesas, patatas fritas y perritos están repletos de grasas saturadas y una lista de aditivos que vienen para quedarse. Dejemos de ser americanos. Para comer rápido, tómate una ensalada mediterránea.
(Por cierto, un estudio de la revista Tod Marks a más de 30.000 consumidores ha revelado que la peor hamburguesa de todo Estados Unidos es la de McDonald’s)

2. Pescado, mejor que carne
Si eres de los que toma proteína animal, el pescado es mucho más sano, posee grasas que protegen a nivel cardiovascular y además carece de las toxinas y hormonas de los animales de tierra. Ahora que la población se refugia en las costas, el pescado de lonja está más cerca y más fresco!

3. Carne, con vino tinto
Aún así, si optas por elegir la carne que sea con una copa de vino tinto.
Estudios científicos norteamericanos han descubierto que el resveratrol que contiene no es sólo un desengrasante sino que tiene propiedades anticancerígenas. Es antioxidante, antiagregante plaquetario, antiinflamatorio, vasodilatador, e inhibe la proliferación celular.

3. El pescado, con limón
Un chorrito de jugo de limón sobre el pescado a la plancha (y más si es pescado frito) ayuda a digerir y disolver las grasas.
Y si no te gusta que cambie el sabor de tu plato, toma después medio vaso de agua con zumo de limón. No sirven los refrescos!

4. Mide tu alcohol: Una copa menos.
Un gramo de alcohol tiene 7 calorías. Y son calorías vacías. Como las del azúcar.
Cada vaso de cerveza nos aporta 95 kcal.
Una copa de vino blanco unas 88 kcal.
Una copa de vino tinto, algo menos, 73 kcal.

5. Helados sin grasa
Vale. ¿Cómo vas a dejar de tomar helados en verano?. Pero ¿puedes cambiar uno de vainilla o nueces con su galleta de barquillo por un sorbete o granizado hechos sin lácteos?

6. Pasea, corre, nada
Aún con todo, sin las comidas en el chiringuito no hay verano.
Para quemar un plato de paella, un aperitivo y una cerveza (por encima de 1.300 kcal.) utiliza los escenarios veraniegos para moverte. Pero vas a tener que emplearte a fondo. Quemar este menú requiere correr durante 80 minutos. Unos doce kilómetros por la playa.

7. Té verde frío
Con el calor, bebemos más. Una cerveza tras otra. Pero podríamos alternarlas o sustituirlas por té verde helado. Este té reduce la acumulación de grasa en el hígado y es una agente de termogénesis (quema grasas). Además, es un potente antioxidante (su alto contenido de catequinas e isoflavonas lo convierten en un perfecto aliado para luchar contra el envejecimiento) mejora la circulación y evitar el endurecimiento de las paredes arteriales.

Si te apuntas al verano para disfrutar y seguir en forma, llévate tus tips detrás!

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