Trabajadores 2.0

Desde hace ya 4 años he ido pasando por diferentes empresas realizando prácticas laborales de 2,3 y de hasta 6 meses. Durante esas prácticas he aprendido muchos conceptos, muchos conocimientos transversales que difícilmente puedes adquirir en la universidad. A su vez, me han servido para poner en práctica algunas de las habilidades adquiridas durante mis estudios superiores. A raíz de estas experiencias, he podido darme cuenta de una cosa curiosa que quería compartir en estas líneas con todos vosotros.

Yo me dedico al sector del diseño industrial y de la ingeniería mecánica y actualmente curso el Máster de Ingeniería Industrial especializándome en «Project Management» y no sé si será por casualidad, pero en todas las empresas en las que he estado ha sucedido y sucede algo muy curioso.

La gente ha asimilado trabajar con ‘ordenador ‘y no saben trabajar de otra forma. Con esto no quiero decir que el ordenador no sea una herramienta excepcional de trabajo, pero no deja de ser únicamente una herramienta. El problema es que ha llegado un punto en el que la jornada laboral se reduce a llegar a tu puesto, encender el ordenador, pasar ‘x’ horas haciendo cosas en él, apagarlo y volverte a casa.

Esto funcionaría bien si fuésemos máquinas, pero por suerte o por desgracia no lo somos, y en una empresa donde conviven varias personas suelen haber problemas personales, problemas organizativos… Problemas que muchas veces pasamos por alto por estar demasiado pendientes de lo que pasa en nuestras pantallas. Y es que tenemos tan inculcado el pensamiento de «si no estoy en el ordenador, no estoy trabajando» que nos olvidamos de que si a lo mejor dedicásemos una parte de nuestro día a pensar en lo que realmente estamos haciendo, en si lo que estamos haciendo lo hacemos de la mejor manera posible, y en qué podríamos hacer para mejorarlo, evitaríamos muchos errores recurrentes de nuestro día a día que nos harían ser mucho más eficientes.

Nos olvidamos de que la inspiración que necesitamos no siempre va a estar detrás de la pantalla, muchas innovaciones surgen por ejemplo de la observación de la naturaleza o de la sociedad. Nos olvidamos también de que trabajamos con personas, y que esas personas pueden tener días buenos, días malos, días en los que rebosen motivación o días en los que necesiten sentirse valorados para poder rendir al 100% y a lo mejor «perdiendo» 10 minutos al días empatizando con tus compañeros conseguiríamos una mayor sinergia.

Es por eso que pienso es un error dejar que el ordenador se adueñe del 100% de nuestra jornada laboral, como bien decían nuestras madres «todos es bueno, pero en su justa medida»

Artículo de Pablo Rodrigo, estudiante de Diseño Industrial e Ingeniería Mecánica en la UPV

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