Un caníbal, un policía y una sorpresa sorpresa

Miren les voy a decir una cosa, lo mismo con el devenir del día a día, con esto de sobrevivir a cualquier precio nos estamos olvidando de vivir. Tranquilos que no me he vuelto un «progre-pureta» que viene a aleccionarles sobre lo bello de vivir y lo profundo de determinadas reflexiones. La cosa, por descontado, va de otra historia. Me refiero, ni más ni menos, a que quizá no nos hemos dado cuenta de lo maravillosamente irracional que es «esta España mia, esta España nuestra».

Si tienen la oportunidad tómense un tiempo para apartarse de su rutina (y si procede de su ruina) diaria y simplemente observen lo que les rodea. En caso de no tener la oportunidad, no se me preocupen, que para eso está aquí el firmante para contarles el final de la película.

España es un sitio en el que un fiscal, que se dedica a acusar, no sólo no acusa sino que ataca a quien acuse, un juez no juzga sino reta a un fiscal, un presunto contrata a un hacker y, entre tanto, no falta quien se echa las manos a la cabeza porque el juez anteriormente referido, el que reta, mantiene la imputación a alguien que ya lo estaba y que pasa por ser la abnegada esposa del principal presunto. 

Fíjense que, sin ir más lejos, se está armado un lío bastante aseado por la salida de Rubalcaba del PSOE. Los avales, los avalistas, los candidatos y los palmeros, palmeras, plañideras y jaleadores en general, pagafantas profesionales que se ven sorprendidos por el asunto este de Alfredo, que debe ser que no esperaban que saliera, nadie suponía que se iría. Claro, con lo bien que lo ha hecho y siendo tan joven…eso por no entrar en el pequeño detalle de que fue él mismo quien anunció que se marchaba. Lo dicho, una sorpresa tipo la Gemio en sus mejores días, una del tipo de aquella de Ricky Martin que yo no vi, pero que un amigo tenía grabada. Como lo de las detenciones de UGT por los eres falsos y la resistencia a marcharse de Juan Cotino.

Miren con este panorama a nadie le sorprende la historia esta que ha pasado en San Antonio (Ibiza) durante las últimas semanas. Me refiero al tema de la droga esta tan moderna y divertida que convierte a la gente en caníbal. Ha leído bien. Una droga que hace que el personal vaya intentando comerse al prójimo. Hasta ahí, si me apuran mucho, todo normal. El problema viene cuando los medios de comunicación locales le han preguntado al responsable policial del ramo en la zona, cuando preguntado por qué harán ante esta nueva amenaza se despacha con un: «esperemos que la partida de esta droga haya sido corta y que ya la hayan consumido en su totalidad».

Pues miren, me sumo a lo del policía de San Antonio, esperemos que todas las ideas felices de iluminados, listos, víctimas de la casta y seres superiores en general hayan sido pocas y que además, ya las hayan hecho en su totalidad. Cuanto lujo p’a diario!

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