William Vansteenberghe, Experto en Inmigración. Aquarius, el frio cortante de las olas

Verdad

Lo primero que recoge la definición de la palabra “Verdad” es una advertencia:  representa un concepto abstracto de difícil definición, procede del latín veritas y está asociada con la conformidad de lo que se dice con lo que se piensa, siente y experimenta.

Todo el siglo XX ha servido para poder vaciar de contenido esta definición, muy liviana, debemos reconocerlo.

De hecho muchos diccionarios ni siquiera introducen el marco de los actos, o sea la experiencia, en esta definición, limitando su ámbito a la veracidad entre lo que se dice y lo que se piensa, el relativismo del siglo pasado ha conseguido su objetivo: vació de contenido las éticas y las morales especulativas, que a su vez habían puesto en duda las verdades absolutas fruto de las metafísica. Todas fueron subyugadas por la Ciencia, y la capacidad de razonar los descubrimientos que la humanidad ha ido apilando a lo largo de estos últimos 100 años.

Tanto hemos vaciado de contenido la verdad, que se desmultiplica en el lenguaje, a través de pequeñas partículas que la crecen o decrecen en valor según lo necesite el Lenguaje. LA Verdad, SU verdad, UNA verdad, GRAN Verdad, y la peor MI verdad terminan por cavar en la confusión de tal forma que se imponen mucho más fácilmente el concepto DUDA, con sus lacayos que siempre la acompañan TODO ES

Vemos que decir LA VERDAD en el siglo XXI, debe ser muy difícil ya que en el siglo anterior ya se dedicaron a negarla por activa y pasiva.

Es curioso por lo tanto que sigamos dándole tanta importancia a La VERDAD,  frente a la MENTIRA, palabra que arrasa con su fortaleza, y que apenas necesita demostración ya que una vez pronunciada es casi imposible hacerla retroceder con el agitar de una VERDAD, mucho más endeble.

No obstante no todo está perdido, casi todo el mundo se declara en búsqueda de LA verdad con gran V, recordemos que hay muchas ya.

Las esposas, los maridos, los científicos, los sacerdotes, los políticos menos, y así un sinfín de colectivos que se dicen necesitados de Verdad.

Aplicado a la Política es donde la situación se complica, ya que LA VERDAD, va a justificar las estrategias, los planes de intervención, el comportamiento de todos los implicados en la red administrativa, los discursos. TODO, no solo debe ser cierto, sino parecerlo. Pronto se salta una barrera y se invierte la ecuación, TODO debe parecer CIERTO, y lo demás ya se verá.

Mi padre  solía decir, si oyes mucho una palabra en un discurso, es que el que habla no la conoce. ¿Por lo tanto todos los intentos de decir la verdad, están condenados a la palabra MENTIRA?

Si miramos los Debates entre políticos y sobre todo los continuos mensajes dirigidos a los ciudadanos, podemos empezar a comprender  que decir la verdad o no hacerlo viene a ser lo mismo, ya que mientras hablan se lo creen, y  convencidos están en ese mismo momento que es lo correcto. No olvidemos que la verdad es la coincidencia entre lo que se dice y lo que se piensa, vamos que  no nos estamos inventando nada, el problema viene después, con los actos, que en buena lid deberían ajustarse a la verdad dicha, pero ¿y si me equivoco? y hay otra verdad superior, no me libera eso de cumplir para siempre lo que digo, y además no miento y  ¿no habían tantas verdades como personas?, el relativismo otra vez que nos empuja inexorablemente al cinismo, es el siglo de Marx, el de Groucho claro, para fraseando una de las magistrales frases de este cómico americano: “Defiendo la verdad, pero si no le gusta esta, tengo otras muchas”.

Muchos simplifican y se dejan de lacerar en su búsqueda, resumiendo la búsqueda a na triste pregunta: ¿No será verdad lo que cree la mayoría?, simplemente por el hecho de que son más, además  no todos pueden estar equivocados, ¿no es cierto?

Por lo tanto estamos todos en lo cierto: cuando los políticos exclaman que su método es el mejor para salvar un país y su gente, ellos lo saben de antemano, saben que es verdad, pero según algunos diccionarios más rigurosos se exige además  que  la verdad se compruebe, ¿ y donde comprueba un político que lleva la razón?

Que el nacionalismo es verdad, y el Internacionalismo también, que la izquierda existe en mente y verbo y algunas veces en actos, en completamente cierto, la derecha aún más, ya que es más fácil de encontrar en pensamiento, verbo y manifestación, porque introduce un elemento nuevo en el siglo XX,” solo es verdad lo que se toca”.

Otro diccionario malévolo, me sumó en mayor confusión, lo tangible es la verdad. El siglo XXI conjuga esta verdad a todas las salsas, ante el fracaso de las anteriores, ya todas ciertas, en ese aforismo se ha elegido reducir la verdad a lo que cabe en el bolsillo. Todo se vende y se compra, eso es verdad, ¿o no?

En los Parlamentos, encontramos un sinfín de personas que han hecho bueno este precepto, como millones de civiles por cierto, los cuales les votan para que sigan defendiendo esa verdad, “la moneda es en lo que creo”: para los presupuestos, para pagar salarios, para comprar herramientas, y con ellas fabricar y prosperar. Pero hay otra verdad que afirma con espada en alto que no se puede comprar todo, ni conciencias, ni libertades, ni éticas ni la propia verdad.

¿Pero cuál de ellas?, ya que vemos que existen porque millones de personas creen en ellas, aunque sean antitéticas, todos tienen uso de la Verdad, SU verdad, la de su partido, la de su realidad cultural, la de su religión, la de su familia, la de su Patria. Si todos ahondan en ello,  tenemos miles de millones de verdades, y millones de personas que están dispuestas a matar por ella.

Ahora entiendo porque tanto político se ciñe a la Ley. ¿No es, por lo tanto, la Ley lo mismo que la verdad?, ¿Es solo, un mero reduccionismo  que apela a la  imposición, lógica y subjetiva con el fin de escapar a tanta verdad?

Que queda de la verdad en un debate parlamentario donde la  Ley solo sirve para defender verdades opuestas o simplemente obviarla en nombre de MI verdad.

“La nieve es blanca”, ejemplariza un diccionario para definir una verdad, si la veo y es efectivamente blanca pues es verdad.

Y el que politicamente exhala con fuerza que España es una grande y libre, ¿Como lo demuestra ya que siempre habrá un pobre, una aldea pequeña que nadie recuerda, y gente que no quiera ser UNA, ¿Es por lo tanto una media verdad?

Más: Cataluña es un País, tiene lengua tiene historia, tiene fronteras, tiene bandera, pero también es cierto que otros tienen lo mismo, y hasta gente en el mismo lugar que habla verdad pero distinta, ¿Será por lo tanto otra media verdad?

Que   los partidos son los representantes elegidos por el pueblo, exclaman todos los implicados, y ello les licita para decidir por todos,  pero, ¿y si hubiesen otros partidos, o si todos solo tuvieran parte de la verdad o sea una verdad partida?, solo estarían facultados para representar la verdad de sus votantes, en humilde parte, ya que otros muchos con su verdad,  esos que  la escriben con la ele pequeña, la de los humildes, han votado a otros o por desconfianza, no lo han hecho.

Que hay gente trabajando en España es verdad, que hay mucha que no lo está o en precario, es verdad, que la sanidad es mala siendo pública o privada, es verdad, que la gente está harta de medias verdades, es aún más verdad. Por lo tanto si los representantes del Pueblo solo lo hacen en nombre de algunos pero no de todos, ¿no será más verdad, que no tienen toda la Verdad?

¿Porque pues?, no se suman todas las medias verdades, y se intenta construir una que parezca englobar a casi  todas, – ya sabéis siempre habrá alguno que querrá tener su verdad-.

Desde ahí juzgar los incumplimientos de todas las no verdades, o las cínicas que solo fueron verdades un momento, y que fueron sustituidas por otras peores, vamos casi mentiras,

Y finalmente, ¿porque no le unimos a la verdad,  el concepto de eficacia a la verdad?,­- no como los tecnócratas lo desean, sino una eficacia de verdad que no deje a nadie fuera, y que permita un crecimiento para todos, verdadero por comprobable y sostenible, en definitiva porque no revisamos el sistema de verdad, más allá de novedades o arcaísmos, de Marxismos, de Radicales  de todo pelaje ( en el sentido del siglo anterior), o seguidores de Cánovas, y nos centramos por primera vez en el esfuerzo de  respetar todas las verdades,  para luego construir una superior en eficacia para todos?

Este ejercicio de humilde escritura ha demostrado la Verdad de la aseveración inicial, es una concepto abstracto, lo que no nos dirime de respetar la verdad del otro, pero aún menos de seguir una que nos permita convivir en PAZ.

Opinión de William Vansteenberghe Waeterschoot. Experto en Inmigración, Cohesión Social.

 

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