Toni Subiela, operación 'bajoqueta'

¿Y ahora qué más?

El Partido Popular no deja de sorprendernos. Es cierta, una vez más, la frase ‘la realidad siempre supera la ficción’. Y es que ni en las mayores pesadillas de cualquier sufrido pagador de impuestos valenciano llegaban a vislumbrarse tales índices de sinvergoncería. ¿Y ahora qué más?

Jamás se había visto que se imputaran a todos y cada uno de los concejales de un partido, jamás. Y esperen ustedes, que esto no ha terminado. La lista de presuntos implicados parece infinita.

¿Y ahora qué? ¿Ahora qué piensa hacer la señora Bonig? ¿Van a pedir perdón o ni siquiera eso? ¿Van a denunciar a todos los imputados por daños a la imagen del Partido Popular? ¿Es lo único que les preocupa, su partido? Sería preferible que fueran intentado devolver lo robado. Ese esfuerzo sí que estaría bien.

Porque si empiezas a sumar todo lo malgastado y todo lo robado, es inevitable preguntarse cómo hubiera sido esta crisis aquí en la Comunidad Valenciana, qué deuda tendríamos, si tantas empresas hubieran cerrado, si tendríamos tanto paro o mil dudas más que nos pueden venir a la cabeza.

Tenía razón Carolina Punset cuando decía que el Partido Popular es lo más parecido a la mafia calabresa. Al menos aquí en Valencia así lo están demostrando. Y ahora vas y le cuentas al ciudadano, al valenciano y a la valenciana, que tiene que votar, que no todos los políticos somos igual, que algunos somos honrados, que luchamos contra la corrupción, que nos hemos metido aquí para cambiar la política valenciana. Ve, díselo y mira qué cara pone.

Deberíamos ser nosotros, los políticos que honestamente nos revelamos contra la corrupción y contra las mafias políticas, quienes denunciáramos al Partido Popular por daños de imagen y a nuestro honor. En el Partido Popular alguno o alguna debería tener un mínimo de vergüenza y humildad para reconocer que ya no tienen legitimidad para representar a nadie.

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