¿Urnas o playa?

¿Y si hacemos bien lo de RTVV?

El trabajo siempre da sus frutos y desde la oposición también se pueden cambiar las políticas. Y para muestra un botón, el de encendido de la nueva RTVV.

Desde el principio criticamos el intento de abrir una televisión gubernamental, una llamada televisión en pruebas, que, bajo la excusa de que no nos costaría ni un euro porque emitiría el contenido del archivo audiovisual propiedad de la Generalitat, escondía las prisas del Consell por tener armamento mediático a su disposición.

No solo denunciamos que no sería gratis, porque los derechos de autor habría que pagarlos, porque los programas no se emiten solos y porque habrá que revisar lo que se emita, por lo que se tendría que contratar personal.

También denunciamos que la ausencia de control parlamentario, que su total y única dependencia del actual Consell, no impediría la creación de sus propios informativos en cuanto lo desearan.

 

Que una vez puesta en marcha la tele-Consell ya no habría prisas por poner en marcha el proyecto definitivo de RTVV, que el sector audiovisual seguiría agonizando sin inversiones con las que reflotar y crear empleo y además, que la futura audiencia de los nuevos medios de comunicación públicos habría huido despavorida ante la programación de refritos, poniendo en serio riesgo el éxito del nuevo proyecto.

Todos, y digo todos, los sectores del mundo audiovisual han coincidido en este análisis. Productoras, empresas de servicios auxiliares, actores, extrabajadores, guionistas, técnicos…todos coinciden que cuando inicien las emisiones debe ser con calidad, de manera definitiva, con control parlamentario, sin injerencias del Consell. Bueno, bonito y despolitizado. Alguno añadiría seguro lo de “barato”, pero creo que el concepto correcto sería “sostenible” o “proporcionado”.

Usar de referente lo que tienen Comunidades Autónomas como Cataluña, que son un ejemplo de despilfarro, adoctrinamiento y manipulación política no es una buena idea. La desgracia del cierre de RTVV nos ha proporcionado la oportunidad de crear de nuevo unos medios de comunicación públicos que puedan ser referente nacional de calidad, eficacia, pluralidad y sostenibilidad. No la desperdiciemos.

Artículo escrito por Toni Subiela

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