Arranca el plan de protección de Ciutat Vella

El Ayuntamiento ya ha finalizado la redacción del Plan Especial de Protección de los Entornos BIC de la Zona Central de Ciutat Vella. En muy pocos días -el próximo lunes, 24 de febrero- la Comisión de Urbanismo propondrá someter el documento a exposición pública y aprobar el plan de participación.

La razón de ser de este proyecto es la de proteger los entornos BIC de la zona, «desde la esfera urbanística, regulando con detalle los requisitos a los que han de sujetarse los actos de edificación y uso del suelo y las actividades que afecten a los inmuebles y a su entorno».

El Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del centro de la ciudad incluye 29 Bienes de Interés Cultural (BIC). También incluye 27 bienes inmuebles con la calificación de Bien de Relevancia Local,  lo que supone un aumento de dos en el número actualmente existente al incorporar el Seminario Conciliar de la Calle Trinitarios y el Palacio Arzobispal sito en la Calle Palau -se distribuyen a su vez en tres categorías: Monumentos de Interés Local, Espacios Etnológicos de Interés Local y Espacios de Protección Arqueológica-.

«Asimismo, se incluye un total de 414 edificaciones protegidas, frente a las 371 actuales, incorporándose en el catálogo doce elementos urbanos, que incluyen fuentes, pozos y conjuntos escultóricos«, indicaron fuentes municipales.

Este anuncio llega justo dos días después de que VLC News reparara sobre el estado de uno de los edificios contemplados en este plan especial, la conocida Casa del Relojero, al afanarse un par de operarios en apuntalarlo nuevamente, hallándose en una grave situación de peligro de derrumbe, lárgamente denunciada por vecinos, asociaciones y oposición.

El concejal de UrbanismoAlfonso Novo resaltó este miércoles que “el Plan incorpora una propuesta para incluir como nueva dotación pública la manzana donde se encuentra esta edificación catalogada» de la Calle del Micalet, para convertirla en una «dotación pública”. Se propone mantener la trama urbana, con sus alineaciones históricas, y la creación de una zona ajardinada que ocupará un mínimo del 60% de la superficie del solar, mientras que la parte construida no podrá superar como máximo el 40%.

En su conjunto, el plan pretende «regular los usos y actividades, la definición de zonas y condiciones de intervención sobre el patrimonio arqueológico, el tratamiento del espacio público, la jerarquización de la estructura viaria y regulación del uso, de la accesibilidad y estacionamiento de vehículos y transporte, la prioridad de los recorridos peatonales, la revisión, actualización del catálogo de Bienes y Espacios Protegidos con definición de grados de protección y niveles de intervención, la regularización de la publicidad y el régimen de la nueva edificación», según fuentes municipales.

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