Barberá lamenta plantear la resolución del contrato de la Piscina

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha lamentado este viernes que el Ayuntamiento haya tenido que llegar a plantear la resolución del contrato de gestión de la Piscina Valencia «por incumplimiento imputable al contratista» –la mercantil Hosva propiedad del empresario Jesús Barrachina–, pero ha indicado que «la realidad y la ley obligan a no hacer distingos» y a actuar de este modo.

Barberá ha realizado estas declaraciones tras presentar la tarjeta solidaria ‘Valencia Contigo’ y dar a conocer algunos de los temas tratados en la Junta de Gobierno Local del consistorio, preguntada por la decisión adoptada por el gobierno municipal en esta reunión respecto al citado contrato.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia ha abordado la propuesta del Servicio de Contratación para «desestimar las alegaciones presentadas» por la citada mercantil y «resolver el contrato para la ejecución de obras, prestación y mantenimiento del servicio público deportivo en su modalidad natación y servicios anejos a desarrollar en el inmueble municipal Piscina Valencia por incumplimiento imputable al contratista».

El consistorio inició el pasado mes de marzo las actuaciones administrativas procedentes para resolver este contrato como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones de pago de canon contenidas en el pliego de condiciones de esta instalación por parte de la concesionaria.

La primera edil ha explicado que a pesar del acuerdo adoptado este viernes en la Junta de Gobierno Local «no se ha rescindido hoy el contrato», dado que ahora se ha de trasladar dicho acuerdo al Consell Jurídic Consultiu (CJC) para que emita informe al respecto. Así, ha señalado que a partir de dicho documento «se tomará la decisión que se tenga que tomar», además de resaltar que «el objetivo es seguir prestando servicio» en la Piscina Valencia, ubicada en una «zona magnífica».

«Lamentamos profundamente tener que llegar a esta situación. Lo lamento profundamente, primero por los años de servicio que lleva trabajando con el Ayuntamiento, por la situación derivada de la crisis económica y porque todo el mundo compartimos que el apellido Barrachina en la gastronomía valenciana es histórico. No nos gusta vernos en esta situación pero la realidad, la ley nos obliga a no hacer distingos de ninguna manera», ha planteado Barberá.

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