Cartel que impide el paso a empresas de telecomunicaciones para evitar el cableado aéreo.

Benimaclet da portazo al cableado aéreo

Benimaclet sigue su lucha y esta semana ha dado un paso más. Las comunidades de vecinos han empezado a colgar en sus portales carteles rogando a las empresas de telecomunicaciones y pretendan instalar cableado aéreo (sin licencia y/o contraviniendo la normativa vigente) ni siquiera llamar al timbre.

Desde la asociación de vecinos se está desarrollando una labor seria labor informativa a lo largo de los últimos meses, tratando de explicar a los residentes la grave situación a la que se ha llegado, con miles de cables enganchados a fachadas y sobrevolando las calles, pendiendo de unas a otras. Gran parte de estos son ilegales.

El pasado mes dos presidentes de comunidad de las calles Arquitecto Arnau y Hermanos Villalonga se negaron a dar permiso para el cableado de sus fachadas, «a pesar de la insistencia de los representantes de las empresas”, explicaron desde la agrupación vecinal. En la calle Valladolid ocurría lo propio esta semana.

En esta ocasión ya se ha pasado a los carteles bien visibles, junto a telefonillos y pegados en los cristales del portal: «desautorizada la instalación de cables y anuncios sobre la fachada del edificio. Responsable, la empresa instaladora». Así es como reza el cartel que acompaña a esta información, ubicado en un edificio de la calle Ramón Asensio.

El mensaje desde la asociación, aplaudiendo la implicación cada vez mayor de los presidentes de finca del barrio, es claro: «connivencia cero. Ninguna colaboración con la ilegalidad».

El problema radica en que numerosas empresas están incumpliendo las ordenanzas municipales al colocar cableado aéreo de forma ilegal. La ordenanza de Zanjas y Catas en el Dominio Público, que está vigente 20 años. Obliga a soterrar los cables de telefonía y fibra óptica, así como muchas otros tipos de conducciones (agua, electricidad, gas…). Las sanciones contempladas oscilan entre 25.000 y 100.000 euros.

El Ayuntamiento es conocedor de la situación que, por otra parte, no afecta únicamente a Benimaclet en la ciudad. No obstante, el barrio lleva tiempo plantando cara a la actividad indiscriminada y así lo viene haciendo saber desde hace meses al Consistorio.

El Servicio de Coordinación de Obras y Mantenimiento de Infraestructuras del Ayuntamiento de Valencia contestó ya en septiembre de 2013 a la denuncia presentada por la asociación de vecinos que las obras referidas en ese momento «no constaban de licencia de actividad, así como su incumplimiento de diversos artículos de las normativas municipales».

En este seguimiento de incidencias e irregularidades siguen trabajando los vecinos que piden contundencia e intervención por parte de la Administración, obligando incluso a su desmontaje.

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