Benimaclet estrena una escuela de artes y oficios gestionada por vecinos

Un albañil, una madre, un poeta, un artista, un cocinero. Son algunos de los perfiles del grupo al frente de este proyecto bautizado como Escuela Meme en Benimaclet. Se trata de un espacio donde aprender y aportar, donde participar y crecer, abierto a todo tipo de personas y de todas las edades, con una capacidad de recibir propuestas formativas infinita. Es una escuela de artes y oficios que pretende la autogestión vecinal, tal y como explicó a VLC News un miembro de la directiva este martes.

Aunque el proyecto arrancó en junio de 2013, con la firma del contrato con la propiedad de la alquería situada la calle Poeta Ricard Sanmartí, número 7, no comenzaron hasta octubre los trabajos de rehabilitación de la misma. Transcurridos unos meses, las clases han comenzado este mes y siempre de la mano de personas que desinteresadamente ofrecen sus conocimientos para formar, inspirar y poner en contacto con la realidad a cuantos deseen participar, jóvenes o no, en paro o no. «Hacía falta un sitio donde aprender, enseñar y desarrollar donde no se sale con un título pero sí conociendo cómo se trabaja de verdad y con opciones de acceder a un empleo», explican desde la escuela.

«Se crea con la intención de instaurar en el barrio de Benimaclet una escuela de oficios donde los alumnos puedan aprender albañilería, fontanería, carpintería, electricidad etc a la vez que participan en clases de filosofía, poesía, artes plásticas…», continuó la organización. Es más, «a diferencia de los centros estatales o privados el objetivo de Meme es conseguir que la escuela se autogestione y se desarrolle y conciba por parte del vecindario. Esto implica la participación comunitaria para sacar adelante el proyecto, ya que es un espacio sin ánimo de lucro», dicen.

De hecho, algunos talleres tendrán un coste de participación (como por ejemplo, el de introducción al dibujo y la pintura, de 40 euros al mes, con clases de tres horas dos días a la semana y cuya matrícula está abierta hasta el próximo día 15). Pero muchos otros estarán abiertos al trueque o el pago de la voluntad (talleres de esparto, teatro o trencadís)

Para ello piden utensilios varios, desde destornilladores, sierras eléctricas y de mano, taladros, cortadoras, capazos, mangueras, azadas, palas… hasta escobas, mesas, ordenadores, grifos o andamios. Y, sobre todo, necesitan «para seguir adelante personas que quieran ocupar su tiempo libre en rehabilitar la alquería y socios que quieran colaborar económicamente en la compra de materiales».

La escuela ya cuenta con un espacio diáfano y limpio, cada vez mejor habilitado, y es en sí mismo aula y objeto de formación puesto que los arreglos de albañilería, fontanería o electricidad pasarán por las manos de profesores y alumnos, en definitiva, vecinos. En la alquiería, que cuenta con un pozo de agua habilitado, también se ha construido un huerto que enlaza con la afición que abandera Benimaclet por los cultivos urbanos, ecológicos y populares.

También arreglarán en ese proceso el tejado y los muros se tomarán como lienzos y murales para las clases artísticas. De hecho, el mural de uno de los miembros de la organización al frente de Escuela Meme está dejando su impronta con una espectacular familia de hombres y mujeres prehistóricos que está causando sensación (como se aprecia en la imagen que protagoniza este artículo).

Escuela Meme tendrá una serie de talleres permanentes que formarán la base de la escuela y se basarán en un grupo de cultura general (con materias básicas, científicas y literarias), poesía y radio, entre las 11 y las 13 horas y las 17 y 20.30 horas, repartidos de lunes a viernes. Los iniciados este mes se prolongarán hasta julio.

Y, la pregunta que hacemos: ¿pero cómo surge todo esto? La respuesta que obtenemos: «porque estamos locos y hace falta locura para hacer cosas grandes y que de verdad sirvan». Benimaclet «crece».

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