La Coordinadora General del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, ha reclamado a Ximo Puig «que diga a los ciudadanos si su política de agua para la Comunitat Valenciana va a ser el de las desaladoras que se ha demostrado que ha sido un fiasco porque el agua es cara y consumen mucha energía».
Bonig se ha mostrado sorprendida por las declaraciones del líder socialista, Pedro Sánchez, donde afirmó que el PSOE va a apostar por las desaladoras «cuando en nuestra Comunitat se construyeron cinco desaladoras con una inversión de más de 500 millones de euros, y no se han podido poner en marcha porque los municipios no pueden hacer frente al coste de esta agua desalada».
«Estas obras se realizaron sin hacer un análisis de su viabilidad económico-financiera, del coste del agua y de los usuarios a los que iría dirigida. Los socialistas sólo pretendían hacer política con el agua, no les interesaba dar soluciones», ha agregado la coordinadora general del PPCV.
«Que pregunten a los municipios afectados, Torrevieja, Moncófar, Cabanes-Oropesa, Sagunto y Mutxamel, si estas instalaciones han solucionado el problema hídrico. Evidentemente no, porque, a pesar de que aún se están pagando en el Plan de desaladoras de Zapatero, no se les ha dado ningún uso por el alto coste energético que llevarían a la ruina a los ayuntamientos», ha añadido la dirigente popular.
Según Bonig, los socialistas valencianos han de decirles a los agricultores y regantes de nuestro territorio «si van a seguir apoyando las desaladoras a pesar de que saben que el agua desalada no es la solución y que han resultado inútiles en nuestra Comunitat».
En este sentido, Bonig ha indicado que «los socialistas se cargaron el trasvase del Ebro y a cambio nos dejaron las famosas desaladoras que no han aportado ni una sola gota de agua y cuyo precio, en cualquier caso, es inasumible para los ayuntamientos y los ciudadanos. Y nuestra agricultura sigue padeciendo una intensa sequía».
La coordinadora general ha indicado que desde el PP «se va a seguir apostando por una política hídrica de trasvases porque es la más solidaria y la más eficiente, porque llevaremos agua de donde sobra a donde falta como estaba previsto con el trasvase del Ebro que derogaron los socialistas».
Por último, Isabel Bonig ha indicado que «el agua es un bien de todos, y por eso vamos a trabajar por defender los intereses de todos los ciudadanos y devolver la solidaridad hídrica en España».