El conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, ha afirmado este martes, en relación al proyecto Castor, que «la seguridad de los ciudadanos, del entorno y del medioambiente debe primar sobre cualquier otra consideración» y que, «por tanto, hay que esperar y que las cosas se acaben de aclarar y quede en evidencia qué está pasando y por qué se han producido los movimientos sísmicos».
Así lo ha señalado tras conocer la conclusión del informe del Instituto Geográfico Nacional (IGN) acerca de que los seísmos en el litoral de la provincia de Castellón durante el verano de 2013 tienen una «relación directa» con la actividad en ese almacén de gas.
Buch mantiene que «la postura del Consell permanece inalterable», en el sentido de que «la instalación se quedase parada mientras no se aclarase y quedase totalmente en evidencia que no hay relación entre los movimientos sísmicos y la instalación del Castor».
Así, recalca que «mientras existan dudas y no estén claros los informes, mientras exista una posibilidad de que esté relacionado el movimiento sísmico con la puesta en marcha del Castor, la instalación debe seguir parada y esperar hasta tener los informes definitivos».
El titular de Industria destaca que el Gobierno ha afirmado que «va a primar en cualquier caso la seguridad frente a cualquier otra consideración» y esa es también la postura del Consell.
«EVIDENCIA LA POLÍTICA DE DESPILFARRO SOCIALISTA»
Además, opina que este asunto «pone en evidencia la mala política, la política de despilfarro socialista» por haber invertido «1.800 millones en una instalación que no se sabe si se va a poder usar».
Al respecto, reivindica que «con esos 1.800 millones se podrían haber hecho 900 centros de especialidades de salud» y, si se suman «los 500 millones que se han despilfarrado en las desaladoras, que no sirven para nada porque el coste del agua que producen no es asumible por la agricultura, serían 250 centros de especialidades más».
Así, Buch critica que «el PSOE ha dilapidado el equivalente a 1.050 centros de salud en obras e instalaciones que, aparentemente, no van a servir para nada».