Calatrava se implicará personalmente en la intervención de Les Arts

El arquitecto Santiago Calatrava ha transmitido a los responsables de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) que «se va a implicar personalmente» en la intervención en el Palau de Les Arts tras el desprendimiento de parte del revestimiento cerámico de trencadís de la cubierta del edificio. En la actualidad, no se descarta «volver a poner trencadís pero con otra metodología».

Así lo ha señalado este lunes el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo y presidente del Consejo de Administración de Cacsa, Máximo Buch, en rueda de prensa tras la reunión en la que este órgano ha aprobado el acuerdo adoptado por la Generalitat con el despacho de Arquitectos e Ingenieros Santiago Calatrava y la UTE formada por las constructoras Acciona y Dragados para que éstas asuman la reparación del coliseo y se hagan cargo también de los costes hasta el momento del percance, así como del resto de gastos hasta finalizar la obra.

El consejo ha dado luz verde a que Acciona y Dragados releven a Bertolín, a quien Buch ha agradecido su respaldo y facilidades para el traspaso de los trabajos, que comenzarán con la protección y desmontaje del revestimiento de trencadís de la cubierta para evitar desprendimientos, «mediante plataformas y en principio con alpinistas, cortando con radiales y desmontando de arriba a abajo», y con el compromiso de acabar esas obras de emergencia iniciales el próximo 10 de febrero para reanudar la programación del recinto.

Al respecto, la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, ha informado de que la intención del coliseo es retomar su programación a partir de esa fecha «con absoluta normalidad» –convencida de que si hay estabilidad «no perjudicará la buena imagen» del Palau– y reprogramar este año, en la siguiente temporada, la ópera Manon Lescaut, de Puccini, que dirigía Plácido Domingo y cuyo coste de cancelación Buch cifró en 623.000 euros.

Esa última medida persigue minimizar los costes que asumen la UTE y Calatrava, en línea con la «buena fe» comprometida por el Consell tras la «solución amistosa», aunque «sin renuncia por parte de Cacsa de cualquier reclamación adicional de problemas o costes que puedan surgir», acciones que el consejo ha acordado «aplazar» a la espera de ver cómo evolucionan los hechos. «No renunciamos a nada», recalca Buch, quien agrega que el «principio rector es, si se puede, evitar un pleito, siempre que no cueste dinero y la solución sea aceptable».

Según el conseller y presidente del consejo de Cacsa, Calatrava les ha indicado que «quiere estar pendiente» de los trabajos y que «tiene el máximo interés de que la solución definitiva sea duradera».

«LO IDEAL SERÍA REPONER EL TRENCADÍS»

Al respecto, apunta que «lo ideal sería reponer el trencadís, pero hay dudas técnicas de que eso sea posible» y, de hecho, la UTE y el despacho del arquitecto han pedido «hasta el 31 de diciembre para tenerlo acabado y, durante ese proceso, tienen que analizar cuáles son las soluciones técnicas viables» y que Cacsa las acepte.

En la reunión del pasado viernes, le transmitieron que «habían barajado dos posibilidades, volver a poner trencadís pero con otra metodología o poner planchas de aluminio, como un doble techo, pero eso no es definitivo, han pedido tiempo para analizar otras posibilidades y venir con propuestas más concretas».

Buch admite que «todo el mundo tiene dudas sobre si se encontrará una solución que permita volver a poner trencadís» y agrega que «lo que está claro es que con la metodología actual no ha funcionado, y eso lo admite todo el mundo, incluidas las constructoras y Calatrava, a partir de ahí hay que trabajar en desarrollar un nuevo procedimiento y eso llevará unos meses», subraya.

En este sentido, insiste en que «si se vuelve a poner trencadís no se pondrá de la misma forma, tendría que ser mediante otro método que genere la suficiente tranquilidad y solidez».

BUCH, SOBRE REPARTO DE COSTES: «ES SU PROBLEMA»

Preguntado por el reparto de costes del proceso, Buch ha sido tajante: «es su problema», para después agregar que «les costará menos –de los tres millones previstos inicialmente– porque lo hacen con sus propios medios» y que, por parte de la Generalitat, «el presupuesto es cero», al tiempo que intentarán que «el gasto sea el mínimo» y «si al final genera pérdidas», las reclamarán.

En cuanto a la situación del Ágora, ha indicado que cuando terminen con lo relativo a Les Arts encargarán un informe sobre su estado al Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico).

 

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