Cantó va a cantar (hoy)

Los traductores automáticos a veces juegan malas pasadas a los usuarios muy confiados o poco avezados. Es el caso de aquél que al copiar y pegar un texto en el que se incluía el nombre de Toni Cantó obtuvo otro en el que se aseguraba que “Toni va cantar”. Hoy sin embargo sabemos que lo que se avecina -con perdón- es que Toni “va a cantar”.

Tras diez días de silencio en twitter (su forma habitual de comunicarse con el exterior), Cantó tiene previsto anunciar hoy en rueda de prensa su futuro más inmediato. Que el otro ni siquiera él, acostumbrado a interpretar todo tipo de papeles, lo conoce. Vamos hoy por fin a saber quién se come el sapo de su disconformidad creciente con la líder de su partido, la UPyD de Rosa Díez: si él (y se queda de candidato autonómico sumiso), si ella (y se le va su principal activo mediático), o si Carolina Punset (y le tiene que hacer hueco en las listas de Ciutadans bien de Autonómicas, bien de Generales).

Ciutadans y UPyD, aunque no son lo mismo, se parecen bastante: sus cuadros locales (donde los tienen) sólo abren la boca o mueven la mano si les autoriza Barcelona/Madrid. Y Barcelona/Madrid a los efectos son Albert Rivera/Rosa Díez. En UPyD los hay que simplemente desaparecen de los altavoces públicos a los que habían comprometido asistencia el día en que Cantó planta cara a la lideresa y el día para el que Cantó anuncia rueda de prensa. Casualidades, por supuesto. Y en Ciutadans los hay que se valen de un duelo para no coger el teléfono primero, y salir pitando en bicicleta después. O mejor aún: que primero le recuerdan al actor que él les dio portazo cuando ellos le llamaron, y luego no descartan abrirles un postigo.

Cantó no es así. El actor en excedencia ya ha mostrado anteriormente a las Andaluzas su malestar con la poca promoción que su partido prodiga hacia líderes que no sean Rosa Díez. Con razón. Irse ahora (o después de Mayo, o crear una plataforma previa al salto) a Ciutadans podría suponerle salir de Málaga para viajar a Malagón, aunque cabe pensar que lo que Rivera querría precisamente de él es la notoriedad que le falta a su organización en la Comunidad Valenciana, y que por tanto no cometería con él el el error de Díez.

Si Cantó mudara de barco acabaría haciendo como los ripollistas, a los que él mismo criticaba hace poco asegurando que eran los que estaban engordando las filas de Ciutadans en detrimento de UPyD. Pero al menos no se hundiría en el ostracismo en el que la formación magenta parece empeñada en sumirse a la mayor brevedad posible.

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