Carpe Via, viaje al interior de la noche de Valencia

Activar el espacio público. Pensar la ciudad y en la ciudad. Escuchar a los ciudadanos que viven en ellas, pisan sus calles, sufren sus carencias y disfrutan sus bondades. En definitiva, «conseguir un modelo más democrático y participativo» a través de la intervención urbana y la crítica constructiva. Para todo esto nació Carpe Via y se traduce en «viajes al interior de la noche» de Valencia, a lugares que cambian de cara e interpretación al marcharse la luz.

Inspirados por muchas corrientes y personas -Domenico Di Siena es uno de su referentes- en la línea de la participación y la reivindicación de un espacio público y común, global y local, un grupo de jóvenes arquitectos de Valencia inició hace un año una andadura arriesgada y emocionante. En este tiempo, llegando a formar parte de la organización más de una decena de personas de diversa formación académica, han recalado en dos puntos de la ciudad de tránsito diurno y foco de inseguridad nocturno: el túnel de Germanías y el paso inferior de Viveros. Es sólo el principio de un recorrido que se augura cada vez más frecuente y reivindicativo de la calle.

Siempre arropados por contribuciones artísticas comprometidas con el trasfondo de Carpe Via (artistas urbanos, músicos…), el grupo convoca online, a través de su web, redes sociales y el boca a boca, cada nueva cita basada en el uso y disfrute de cada enclave, previos estudio de sus características y conversaciones con los vecinos y habituales de la zona.

«La ciudad cambia por la noche, la percepción cambia y afecta a los colectivos más vulnerables», explicaron varios portavoces del colectivo a VLC News, en el corazón de la Universidad Politécnica de Valencia, donde ultiman sus estudios. Con estos viajes al interior de la noche Carpe Via da «visibilidad a los puntos negros» de la ciudad en un encuentro efímero y con muy bajo coste demostrando que escuchar y mejorar no pasa por grandes lujos ni inversiones, sino por un profundo compromiso con la ciudadanía.

Así fue el primer viaje, en el túnel de Germanías.

El primer encuentro en Germanías se propusieron «transformar y celebrar el túnel» para convertirlo en un «lugar más amable», compartiendo ideas y comida (prohibido el alcohol). El segundo reprodujo esquemas similares y dieron un paso más, un mapa invitaba a los participantes de la cita a señalar aquellos puntos de la ciudad que consideran merecedores de ser rescatados y podemos disfrutar de un vídeo en que gente anónima aportaba su opinión sobre el problema del enclave y las posibles soluciones.

Mapa con los puntos negros señalados por ciudadanos.

Del mapa surgieron alrededor de una treintena de puntos negros que Carpe Via estudia para fijar nuevas convocatorias que contribuyan a reinventar la realidad. Del vídeo aprendemos cómo la gente que vive Valencia y en Valencia sabe lo que quiere, lo que ocurre y cómo cambiarlo. De todo el movimiento, que hay gente de todas las edades, condiciones y creencias que son quienes dan realmente sentido a la ciudad.

Muy pronto conoceremos la próxima cita, pero antes Carpe Via celebra haber sido seleccionado para participar en Play Day, «un evento organizado por Zaramari Ecología Urbana en colaboración con otras entidades que pretende  reivindicar el juego es un instrumento para activar el espacio público. El  juego aparece así como una herramienta participativa y transformadora para la interacción y recuperación del uso de la calle y su disfrute colectivo. Una forma divertida y distendida para relacionarse y conocerse», explican.

Será el próximo día 22 de marzo y «estaremos jugando la calle simultáneamente en Bilbao y Valencia», con una instalación urbana y efímera que pretende transformar la plaza Ugarte en un enorme tablero de juego, conectando las dos ciudades mediante tecnología móvil y streaming. Un experimento cargado de talento con sello valenciano.

Ir arriba