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Castellano provoca cruce de reproches entre la vicepresidenta del Gobierno y el portavoz socialista

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha defendido hoy miércoles haber cumplido su responsabilidad cesando a Serafín Castellano como delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana tras ser detenido por presuntos casos de corrupción y ha reclamado a los dirigentes del PSOE que den «menos lecciones» y «más aplicarse el cuento».

Sáenz de Santamaría y el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, han cruzado reproches respecto a la corrupción una semana más durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso y se han exigido mutuamente adoptar responsabilidades y ‘limpiar’ sus partidos de corruptos.

Un ir y venir de reproches, bajo el lema del “y tú más”, o la estrategia de “la mejor defensa es un buen ataque”. Santamaría responde al portavoz del PSOE con «Consejos vendo que para mí no tengo. Le encanta hablar de corrupción pero su bancada es su mayor autoenmienda», recordando que el expresidente andaluz Manuel Chaves aún ocupa escaño en el Congreso, las detenciones en Andalucía por los cursos de formación o el caso del exdelegado del Gobierno en Melilla Gregorio Escobar, que va a ser juzgado acusado de compra de votos.

Santamaría ha criticado directamente al propio Hernando, en relación con las incompatibilidades que pide él para los diputados, en contra de las informaciones que indicaban que se ofreció a asesorar al Partido Revolucionario Democrático en Panamá entre 2013 y 2014, un trabajo que nunca llegó a realizarse.

Hernando, por su parte, ha insistido en la responsabilidad de la vicepresidenta en el caso de Serafín Castellano, ya que le nombró en el año 2014 cuando ya había sospechas de prácticas corruptas y después respondió con «pasividad» a las sucesivas informaciones que se iban publicando sobre la dudosa legalidad de contratos concedidos o el caso del rifle que le regaló una empresa.

Además, Hernando ha recordado que la vicepresidenta remitió una respuesta parlamentaria al Congreso defendiendo la legalidad de los contratos concedidos por Castellano sólo tres días antes de que fuera detenido. Le pregunta si realmente hizo comprobaciones para dar esa respuesta, o si “se fió de él igual que Rajoy con Bárcenas».

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