Pablo Crespo, el presunto número dos de la trama Gürtel y exdirigente del PP gallego, ha afirmado que desde Orange Market «jamás» han facturado por un trabajo que no se ha hecho. Y destaca que «jamás hubiera consentido que nadie con quien yo trabaje haga tal cosa, me parece una estafa», y entiende que algo así supone «la pérdida de la credibilidad de una compañía y su muerte en el mercado».
Así se ha manifestado en su declaración como acusado en la vista por la pieza 3 de Gürtel, referente a supuestas irregularidades en contrataciones de la feria Fitur entre los años 2005 y 2009. Y ha respondido a las preguntas de su abogado, diciendo que en aquel momento «no conocía nada de derecho administrativo».
Crespo ha explicado que las empresas relacionadas con Francisco Correa, supuesto cabecilla de Gürtel, «era una unidad de negocio distinta y no todos los accionistas eran comunes en todas las empresas» y que por ello «no podían constituir grupo porque no reunían las condiciones para hacerlo». Además dice que «no había unidad de caja» porque «cada empresa dependía de sus cuentas, su tesorería y su contabilidad«.
Durante la declaración ha rechazado que se le califique como “número dos” tal y como aparece en algunos informes policiales de Gürtel porque para él dicha expresión «no tiene ningún sentido» y «más bien parece un término acuñado para el uso mediático». Considera que «lo del número dos más bien parece para organizaciones criminales, muy lejos de lo que nosotros éramos, gente normal y trabajadora» y añade que «yo he sido una persona de confianza de todas las personas con las que he trabajado en mi vida. Soy una persona leal y trabajadora».
Además defiende que «hemos sido un conjunto de empresas que realizaba un trabajo impecable, sino líderes, de los mejores de España», añadiendo que «ni hemos delinquido ni hemos tenido intención de delinquir«, negando contactos con las personas de la administración para intentar influir en las adjudicaciones.
En cuanto a los borradores de las facturas que aparecen en los informes policiales sobre esta causa asegura que no son «facturas definitivas» e incluso algunas que «no han tenido entrada en la Agencia Valenciana de Turismo».
El exdirigente del PP Gallego alega que en Fitur hicieron stands «con mucho éxito». Respecto a las diferencias de los stands que hizo Orange Market con el de la Agencia Valenciana de Turismo de 2004, ha matizado que en el caso de los posteriores fue de «casi el triple» de tamaño y añadía algunos elementos de la construcción, y que gracias a los que lo realizaron «cambió la imagen que de la Comunitat Valenciana se proyectaba en Fitur, sobre todo en un sector que representa más de un 10% del Producto Interior Bruto».
El acusado mantiene que en 2006, la oferta económica presentada por Orange Market eran unos 6.000 euros superior a la de la otra empresa. La competidora obtuvo cero puntos en dos apartados que tenían una validez de diez y cinco puntos, entre otras cosas porque, no presentó ninguna mejora. Por tanto la diferencia era de 14,64 puntos entre ambas y que «las mejoras presentadas por Orange Market superan los 6.000 euros de la diferencia económica».
Respecto al concurso de la Agencia Valenciana de Turismo de Fitur 2007, la otra compañía concurrente se constituyó el año anterior y su capital era procedente de no residentes. Respecto a esto ha continuado afirmando no entender que se indique que Orange Market en el año 2005 no tenía experiencia por haberse constituido en 2003.