«No sé en qué mundo imaginario existe eso de ‘País Valencià'»

Se estrena en política con Vox y ha entrado pisando fuerte. Cristina Seguí (traductora y diseñadora gráfica de 36 años) es la cara visible del partido en Valencia, donde acaban de presentar la candidatura europea encabezada por Alejo Vidal-Cuadras con un discurso muy claro contra los grandes eventos, que han dinamitado 1.600 millones de euros en la Comunidad Valenciana, y el auge del catalanismo. Seguí que, como muchos jóvenes, ha estado en el paro («y no hace mucho»), cree que hacen falta reformas valientes en lo ideológico.

Pregunta: El pasado sábado presentaron en Valencia su candidatura para las elecciones europeas, que encabezará Alejo Vidal-Cuadras. ¿Qué esperan de la Unión en la próxima legislatura?

Respuesta: Creemos que defender los legítimos intereses de España en Europa no está reñido con el hermanamiento de los demás estados y las ventajas de pertenecer a la Unión. Pero es necesario reforzar las políticas económicas, el control de las fronteras y contrarrestar el lobby terrorista de ETA en Estrasburgo. Hay grupos pretendidamente democráticos como Amaiur, que no lo son, que hacen campaña en Europa diciendo que los asesinos son en realidad «activistas políticos». Y la inacción y el inmovilismo del Gobierno de España en este asunto no ayudan nada. Es totalmente necesario un pronunciamiento claro de la UE, que dé un paso adelante para acabar con el entramado político de ETA.

P: ¿Trabajan ya en las candidaturas a las elecciones autonómicas y generales de 2015?

R: Nacimos hace sólo tres meses con una ambición política al máximo nivel. Pero eso se concretará después de las elecciones europeas. Ahora estamos centrando nuestros esfuerzos en esa campaña. Por supuesto que nos vamos a presentar a las elecciones autonómicas y las generales.

P: Como cara visible de Vox en la Comunidad Valenciana, su nombre suena como cabeza de lista a la Generalitat. ¿Se lo plantea?

R: Yo me planteo todo lo que me pida el partido. Hace tres meses sólo me conocían en mi casa: yo realmente vengo de la sociedad civil. Y por supuesto estaré a lo que el partido decida. Si quieren que me presente a las elecciones autonómicas, me presentaré.

P: ¿Por qué ha dado el paso de entrar en la política activa?

R: En Vox es la gente la que elige a sus políticos, y no al revés. Los partidos mayoritarios han secuestrado el voto, y la gente tiene que dar un paso adelante. Es misión nuestra, mediante un voto valiente, reparar eso.

P: Entre sus principales reivindicaciones figuran algunas que ya estaban en el programa electoral del PP. ¿En qué les ha defraudado el Gobierno de Mariano Rajoy?

R: La pregunta más bien sería «¿en qué no nos ha defraudado el PP?». Siempre voté al PP porque era el único representante con posibilidades en el espectro del centro-derecha. Pero ahora hacen falta políticas que en lo ético y moral supongan una catarsis. La crisis que estamos sufriendo no es sólo económica, es brutal. Y no hace falta dinero para, por ejemplo, despolitizar el Consejo General del Poder Judicial. No lo han hecho porque saben que esos jueces son los que les van a juzgar a ellos. No podemos consentir que el Tribunal Constitucional se convierta en una tercera Cámara. O el paso atrás dado con la Ley del Aborto: ningún partido puede prometer algo y luego buscar, a posteriori, consensos internos. En el PP hay mucho miedo a tomar decisiones. Se ha preocupado tanto por complacer a gente que no le ha votado nunca, que ha decepcionado a los que sí lo han hecho.

P: Aunque pregonan la ruptura con el PP todavía hay algunos dirigentes de Vox, como Santiago Abascal o el propio Vidal-Cuadras, mantienen relaciones con este partido y con su fundación, FAES. ¿Lo ve incompatible?

R: No lo veo incompatible porque ya no pertenecen al PP, y lo de FAES tiene otra vertiente.

P: ¿Cuál es la base social y electoral de Vox?

R: El votante de centro-derecha que se ha quedado huérfano de partidos. Estamos recibiendo a un electorado joven, descontentos de Nuevas Generaciones, que quieren ser coherentes con sus principios. De los 11 millones de votantes que tiene el PP en España, no cerramos la puerta a ninguno. También nos han llegado afiliados de UPyD y Ciudadanos y, por qué no, del PSOE. Hay gente que no contaba con Vox y tenemos mucho que ofrecer. Somos el único partido que defiende un Estado unitario sin autonomías, algo con lo que está de acuerdo el 25% de los ciudadanos.

P: Abogan por la eliminación de las autonomías pero, sin embargo, el partido mantiene estructuras regionales y aseguran que se presentarán a las elecciones autonómicas.

R: Cambiar el modelo de Estado precisa una reforma constitucional, y eso no va a ser cuestión de un día. Pero mientras tanto, pedimos la devolución al Estado de las competencias en Sanidad, Educación y Justicia. Por eso no sólo es coherente participar en las elecciones autonómicas, sino necesario, para nuestra supervivencia como opción y porque representamos a muchas personas que no podemos dejar fuera.

P: La pasada semana presentaron su campaña de crowdfunding, a través de la plataforma Money for Dreams, con la que financiarán su camino a Europa. ¿Qué otras vías de financiación tiene Vox? ¿Intentan mandar un mensaje a los demás partidos?

R: Dependemos exclusivamente de la confianza de nuestros afiliados, que ya son casi 4.000, además de las aportaciones voluntarias y donaciones de muchas personas. Debería ser un modelo a seguir por los demás partidos, cuyas cuentas son muy opacas. A nosotros los bancos no nos dan créditos, nos vemos un poco como ‘David contra Goliat’. En Estados Unidos, por ejemplo, los partidos y las campañas se financian únicamente así. Es un mecanismo de control del afiliado sobre sus dirigentes políticos, porque puede dejar de donar dinero cuando éstos no le convencen.

P: Además de los recursos económicos, ¿en qué otros aspectos se sienten en desventaja respecto a los grandes partidos?

R: La Ley d’Hont, que hace que el Parlamento sea inaccesible para los partidos pequeños e imposibilita el vínculo real entre representantes y representados. Nos obliga a hacer esfuerzos mucho mayores.

P: ¿Cómo ve la situación política y las expectativas en la Comunidad Valenciana?

R: El panorama que las encuestas dibujan en las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana es que en la Generalitat habrá un tripartito compuesto por el Partido Socialista ‘del País Valencià’ -no sé en qué mundo imaginario existe eso de ‘País Valencià’-, Compromís y EU -cuyo paradigma democrático es Venezuela y Cuba-. Me preocupa muchísimo esta situación. Por un lado, tenemos un ‘caso Gürtel’ que va a ir mucho más allá de donde ha llegado. Y por el otro, un avance del pancatalanismo separatista. Tenemos una AVL, Acadèmia Valenciana de la Llengua, cuyo propio nombre ya es una trampa. No es una cuestión menor. Estamos en los planes independentistas de Cataluña, igual que Navarra para el País Vasco.

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