Cruz Cubierta se llena de «jóvenes ociosos»

 

 

Sin espacios para el espacimiento y ocio ni instalaciones de portivas, Cruz Cubierta se llena de «jóvenes ociosos». Así lo explicó este jueves la agrupación de residentes del barrio que ya ha dirigido a la Federación de Asociacioones de Vecinos de Valencia su listado particular de reivindicaciones para los «presupuestos participativos» que el pasado mes anunció el primer teniente de alcalde, Alfonso Grau. 

«Más de un millon de euros», dijo el concejal que el Ayuntamiento quería disponer para solventar esas reclamanciones urgentes detectadas por los vecinos de cada distrito. Como en todo los demás, el barrio de Cruz Cubierta aspira a un ‘mordisquito’ para convertir sus carencias en logros tras décadas de lucha. 

Y es que en la zona hay varios problemas enquistados no desde hace poco tiempo, como es el caso de la situación de los antiguos cuarteles, solución enmarcada dentro del Parque Central, pero que durante décadas «se convierte en una degradación prolongada y con problemas de ocupación constante». Pero también se suman otras cuestiones comoque se trata del único distrito que tiene instalaciones educativas en las que comparten espacio alumnos de Infantil con Bachillerato; y la falta de aparcamientos que provocan tapones, dobles filas y la invasión de zonas no habilitadas para el estacionamiento de vehículos. 

Pero entre las preocupaciones mayores está la de la falta de descanso del vecindario por la acumulación de jóvenes en la vía pública y en diversos puntos, desde San Vicente al Bulevar Sur. «Pandillas haciendo botellones hasta las 5 de la mañana», un problema con el que no pueden luchar más allá de las manifestaciones que han ido realizando y el clamor desde los balcones a base de pancartas reclamando descanso y silencio. «La policía actúa pero no puede acabar con el problema ya que los procesos para saber si beben o no alcohol son largos y las sanciones llegan muy tarde, mientras el problema no desaparece», explicaron desde la asociación. 

Esto ocurre jueves, viernes y sábados, como también se da en Abastos y Blasco Ibáñez especialmente, en torno a los puntos de discotecas. «Pero también entre semana tenemos invadido por las tardes la plaza Segovia de jóvenes con monopatines y bicicletas, haciendo piruetas en un espacio ajardinado no habilitado para ello», comentaron. Se trata de una plaza encerrada por edificios donde niños y personas de la tercera edad suelen acudir «pero últimamente se hace complicado y peligroso con estas prácticas», dicen, e incluso «se ha llegado a enfrentamientos entre los vecinos que quieren disfrutar del lugar y los muchachos con sus ruedas».

Más allá, entre Gaspar Aguilar y el Bulevar Sur suelen concentrarse grupos de jóvenes llegando hasta las dos docenas de personas a jugar a voleibol, «que no molestan en absoluto, pero tampoco es un punto habilitado y sin querer se forman aglomeraciones que pueden acabar ocasionando algún contratiempo», matizaron desde la agrupación de vecinos. 

Con todo, la conclusión de Cruz Cubierta es que el barrio «necesita instalaciones para ellos. Para todos, pero especialmente para los jóvenes porque de tener lugares de entretenimiento, ocio saludable y deporte, no se darían estas situaciones que, a veces, se convierten en conflictivas con el vecindario y, en realidad, es que no tienen donde ir», argumentaron. Así, echan de menos no solo instalaciones en la zona, también el cierre de otras en los barrios próximos como es el caso de La Rambleta. 

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