C’s votará en contra de la investidura

Tras el discurso del socialista Ximo Puig en el pleno de investidura, la portavoz de Ciudadanos  (C’s)en las Corts, Carolina Punset, ha anunciado que su grupo votará en contra de su investidura al tener «serias reservas en cuanto al populismo y también al nacionalismo», dado que su intervención ha estado llena de «buenas intenciones, de frases hechas», pero sin un plan para generar recursos para financiarlas «más allá de ir a pedirle dinero a Madrid».

Punset, que ha matizado que este voto en contra está «de alguna manera condicionado, con una mano tendida», porque están seguros desde su grupo de que «a lo largo de la legislatura llegaremos a acuerdos en multitud de cuestiones en las que, por supuesto, podemos estar de acuerdo con el planteamiento».

Respecto al «populismo» del discurso de Puig, la candidata de C’s ha explicado que ha prometido «muchísimas cosas» y sólo habla de «incrementos del gasto y promesas que no se explica en ningún momento cómo se van a financiar».

«Nos preocupa mucho que solo se hable de incrementar el gasto público, de incrementar el déficit, que se prometa abrir una televisión pública, rentas de ciudadanía, agua, luz, vivienda, quitar copagos… que se prometa de todo y no se explique en ningún momento cómo se va a financiar todo eso más allá de ir en plan victimista, en plan plañidero a Madrid», ha incidido.

 

Así, aunque ha manifestado que está de acuerdo en la necesidad de una mejor financiación, en el discurso de Puig ha faltado una explicación sobre las medidas para dinamizar la economía valenciana, es decir, «como vamos a generar riqueza, empleo, cuáles van a ser las líneas para generar ingresos».

 

Para Punset «no hay nada más irresponsable que pueda hacer un gobernante que hacer promesas imposibles de cumplir» porque «además de generar un aumento espectacular del déficit y muy probablemente llevarnos a una quiebra de la economía, lo que hacen es generar unas expectativas en la sociedad que luego se ven truncadas y generan desesperanza cuando no se pueden cumplir».

 

A su juicio, un gestor público debe «combinar de manera equilibrada los valores y la gestión eficaz» y, por tanto, ha exigido «un mínimo de responsabilidad a nuestros gobernantes, al futuro gobierno, y que se hagan promesas que se puedan cumplir, explicando a la ciudadanía un plan alternativo que vaya más allá de pedirle dinero a Madrid».

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